Un segundo dibujo que muestra la estupidez y el orgullo de los fariseos, que confunden el pecado (lo que se elije) con el « signo de pecado » (herencia del pecado original, pero que no es pecado puesto que no hay elección : al menos, en el caso homosexual). No me hace reír. Y además, esa continuación de dibujo ilustra que los católicos en su mayoría están muy lejos de la autocrítica y del amor a nosotros personas homosexuales.
Aquí tenéis el dibujo original (y, como de casualidad, los corderos fariseos aparecen en el trasfondo).