Miren la pesadilla de ser testigo homosexual católico público en América Latina :
– Te acorralan entre « sanación » y « santidad » ; te desaniman de hablar de homosexualidad ; te silencian diciéndote que faltas de « pudor, humildad, obediencia, equilibrio » y que « no sería católico » tratar de esas cosas y de hablar de ti. Un ambiente homófobo horrible.
– Y encima, acabas chupado/hundido por las redes sociales, y solicitado por un montón de personas homos aisladas y que te deprimen aún más porque te echan toda su basura existencial, sentimental, sexual, en cara, y te cuentan su vida, te toman por psicólogo, se sirven de ti sin darte nada.
¡ Mierda de Mundo !