La homosexualidad es realmente el mayor tabú de todos los tiempos (Amén : Francisco responde)

La homosexualidad es realmente el mayor tabú de todos los tiempos. Sin duda alguna.
 

Acabo de ver completo el documental « Amén: Francisco responde » estrenado esta semana en la plataforma Disney +, que es una charla « sin pelos en la lengua » entre el Papa Francisco y 10 jóvenes – españoles y latinoamericanos – sobre todos los temas « tabúes » que afectan a los jóvenes.
 

Se habla de todos los temas sin ningún filtro : dinero, escándalos en la Iglesia, racismo, inmigración, acoso escolar, depresión, bulimia/anorexia, suicidio, soledad, violación, feminicidios, transidentidad (no binariedad), aborto, pederastia, abusos sexuales y psicológicos en la Iglesia, celibato de los sacerdotes, ordenación de mujeres al sacerdocio e incluso al papado, aplicaciones de citas, poliamor, masturbación, pornografía, prostitución, drogas.
 

¿ TODOS los temas ? No. Sólo falta uno. Y eso que se nos muestra varias veces dos mujeres besándose, en la cama, cogidas de la mano, paseando juntas. Además, entre los diez testigos, incluso hay dos muchachas que cada una está en una relación lésbica. ¿ Creen que, sin embargo, los voceros de la franqueza, la sinceridad, la transparencia y la audacia (incluso entre los jóvenes entrevistados, entre los gays friendly o directamente afectados), se atrevieron a utilizar simplemente la palabra « homosexual/homosexualidad/gay/lesbiana » ? ¡ Qué va ! ¡ Para nada ! La homosexualidad es la gran ausente. No se debe hablar de ella. La homofobia, en el sentido estricto de la palabra (« miedo al mismo » y « miedo a la homosexualidad »), ocupa todo el espacio. Es increíble.
 

Y me repugna. Se nos ignora, se nos diluye en una diversidad de falsas marginalidades y falsos tabúes, se nos tiene miedo o vergüenza, se nos excluye, a nosotros personas homosexuales, hasta el punto de no atreverse siquiera a nombrarnos. Somos la vergüenza de las vergüenzas. El tabú de los tabúes. Aunque se nos vea explícitamente en la pantalla. Ni siquiera nos ofrecen un lugar aparte, o reducido y perdido en una hilera de « marginalidades/diferencias »: es que ni tenemos cabida. Si incluso los documentales que pretenden tratar la homosexualidad de frente guardan silencio al respecto, ¿ qué será de nosotros ?
 

No nos extrañemos si nosotros personas homosexuales nos sentimos especialmente solas, excluidas, invisibles, inexistentes.