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PORNOGRAFÍA HOMOSEXUAL (Ponencia de Philippe Ariño en el Segundo Congreso madrileño sobre pornografía, el 20 de octubre de 2020)

Esta ponencia « Pornografía homosexual » fue impartida en el marco del Segundo Congreso « PORNOGRAFÍA, INFANCIA Y MUJER » del 20 de octubre de 2020 para la Universidad de Madrid Juan-Carlos II. Fue la última que vino a cerrar el coloquio. En el video Youtube, la sexta mesa redonda (con David Luque el moderador, y Marcelino Madrigal) es a partir de 3h03’43 .
 

 

 
 

INTRODUCCIÓN : EL TITULAR DEL CONGRESO
 

LA VIOLENCIA SE UBICA AQUÍ EN ESTE TITULAR DE CONGRESO, EN ESTA OMISIÓN : PENSAR QUE LA PORNOGRAFÍA NO ES UNA VIOLENCIA DIRIGIDA HACIA LOS HOMBRES SINO ÚNICAMENTE HACIA LOS NIÑOS Y A LAS MUJERES. Misandría.
 

– ¡ Los hombres sufren del porno ! ¡ Y son sus primeras víctimas ! La mayoría de los consumidores del porno son los hombres : ellos componen esa muchedumbre de « esclavos invisibles » enganchados al porno. Además, ¡ también los actores hombres son reificados por el porno !
 

– Yo soy testigo, a través de la homosexualidad, del corazón herido de muchos hombres.
 

– Conozco directamente a 3 actores pornos (entre los cuales Guillaume, el testigo trans de 22 años de mi documental « Las Locas de Dios »), que son amigos, y que además tienen una Fe muy grande. Hice rondas en el bosque de Boulogne acerca de los prostitutos trans : es gente muy espiritual. Y muchos actores pornos viven conversiones insospechables. Eso lo digo para los jóvenes que quieren suicidarse por haber rodado en una peli porno perdida en el océano del web. Así que no hay que caer en un miserabilismo. Hay mucha Esperanza.
 

 
 
 

I – PORNOGRAFÍA Y HOMOSEXUALIDAD : ¿ QUÉ VÍNCULO ?
 

Se suele usar la homosexualidad para normalizar el porno.
 

– Vínculo histórico y biográfico. En el génesis del descubrimiento de su tendencia homo, el porno ha tenido un papel-clave en la vida de las personas homos. Es lógico : incluso cuando miramos porno hetero, vemos al menos a una persona de nuestro propio sexo follando. El porno es la autovía hacia la homosexualidad (ejemplo : Un mozo no-homosexual de 20 años que vino a verme y que me dijo que se planteó un cuestionamiento homosexual a causa del porno hetero cuando tenía 18. Y luego, interrogó a sus amigos chicos entre bastidores, quienes le confesaron « ¡ Nosotros igual ! »).
 

– Otro vínculo histórico : La homosexualidad femenina se dio a conocer primero por el porno antes que por las parejas lésbicas reales ! Nada más y nada menos !
 

 

– Hay más películas pornos heteros que homos. (Sin embargo los gays miramos mucho el porno hetero. Hasta hay sitios heteros dedicados a los gays : SG4GE « Straight Guys For Gay Eyes » ; o también hay conversiones de actores heteros que viven escenas gays – les vendan los ojos en un gaybus – ; y los sitios pornos – Pornhub, Xvideos, etc. – se han bisexualidado para ampliar su clientela : el usuario puede escoger su orientación sexual favorita)
 

 

– Los encuadres del porno hetero son cada vez más asexuados (No se identifica al género sexual de las personas : son agujeros, espaldas y culos), bisexuales (sodomía, sexo oral) y homosexuales (la escena lésbica : un tópico).
 

– El vínculo, y el gran tabú que desvela la pornografía sobre la homosexualidad, es que la homosexualidad es un deseo de violación. Fantasmáticamente, nosotros personas homos, nos identificamos a menudo o bien a la víctima violada y dominada, o al violador potente y dominador. Y a veces, esa identificación es la reproducción de una violación real. En mi entorno personal, conozco a más de 150 amigos homosexuales que han sido violados (en la infancia o adolescencia). Y mis amigos « activos » (yo soy digamos « pasivo ») me cuentan que muchas veces, se encontraron con amantes que les ordenaron en serio : « ¡ Viólame ! ».
 

 

– Los sitios de citas ya son la antecámara del porno y de la prostitución. Se ven muchas publicidades de sitios pornos que aparecen en la pantalla. El usuario de los sitios se hace de estrella del porno con sus fotos desnudas. Y la regla de los sitios se podría resumir a « Pasivo busca activo » y vice versa, o « Agujero busca polla/polla busca agujero », como los enchufes ! En seguida, entre hombres o entre mujeres, es más sexual. No hay, como en los sitios entre hombres y mujeres, que esperar una validación mutua (salvo en Grindr), no hay esta simulación de romanticismo ; hay esta jerarquía terrible entre activos y pasivos. Viene de la ausencia de diferencia de sexos. Entonces, se añade aquella de manera artificial y forzada (entre hombres como entre mujeres), y bajo la forma de roles de dominación/sumisión de los cuales voy a hablar más tarde.
 
 
 

II – CARACTERÍSTICAS DE LA PORNOGRAFÍA HOMOSEXUAL Y PRINCIPALES DIFERENCIAS CON LA PORNOGRAFÍA « HETEROSEXUAL »
 

Voy a tratar de describir la pornografía gay, sin complacencia, sin justificar. Pero simplemente porque hay que enfrentarse a la realidad, como decía Ana Miguel Álvarez.
 

Características :
 

– El porno gay se está profesionalizando : hay cuentas por Twitter (No Youtube ni Instagram) que son muy fáciles de abrir (funcionan con suscripción) : Es prostitución supervisada y más lucrativa que un servicio prostitutivo de 30 € callejero y promiscuo : una escena porno gay te da mucho más dinero – 400 € – y un contrato, como si fueras alguien importante, una estrella. Es dinero fácil que seduce a la juventud mucho más que la prostitución salvaje clandestina extranjera. (La estrellificación del porno : El año pasado el programa Bailando con las estrellas acogió a la candidata Clara Morgane en TF1, famosa actriz X !)
 

 

– Hay reglas : no drogarse durante las escenas, sino no puedes hacer nada (claro, toman productos como el viagra, etc.).
 

– Hay un juego de actor (porque es una vitrina de placer), hay diálogos muy precisos, como una puntuación : en inglés « Fuck !/Fuck me !/ It’s good/ Oh yeah !/Suck my dick, my ass! » (pero muy pocos insultos o palizas, porque eso da asco) ; en francés « Vas-y !/C’est bon/Oh oui/Baise-moi ! » ; en español « ¡ Fóllame ! ¡ Ah sí ! ¡ Eso es ! ¡ Dame polla ! ». Ya veis, ¡ he trabajado para vosotros ! (He escuchado escenas solo con el sonido, sin mirar las imágenes).
 

– Un mínimo de guión para incrementar el deseo. Antes, en el porno de los años 70, había historias, filtros, oscuridad, música de ascensor que encubría los gemidos (incluso los actores podían tocar música, formar parte de un grupo de rock). Ahora, hay muy poca música durante los coitos, se ha borrado la dimensión artística, se va más al grano, a lo bestial, a la realidad bruta y cruda.
 

– Muy poca ternura : narcisismo de cada actor que se observa a él mismo. Pocos besos (salvo al principio), no se ven mucho las caras.
 
 

Grandes cambios con el porno « hetero » :
 

– A diferencia del porno hetero, se ve mejor a los 2 protagonistas del coito (mientras que en el porno hetero, a veces ni se ve al hombre : ¡ joder !).
 

– Hay más subcategorías y roles : delgados, bears, efebos, asiáticos, negros, árabes, lampiños, daddy, musculosos, butch, fem, abuelos, etc.
 

 

– Más accesorios : No vemos el gel, la vaselina, pero hay. Porque se fuerzan vías corporales para el coito que no son naturales.
 

– Más tatuajes (y tatuajes con la bestia, o del registro esotérico o demonológico). Más bestialidad (Hice capturas de las fotos de perfil son la bestia en los sitios de sitas gays : tengo toda una colección para demostrar la invasión de la imagen de la Bestia en el mundo homosexual)
 

– A veces prácticas extremas : sadomasoquismo, simulación de tortura (fist-fucking, sling, sex-toys), para realzar el carácter marginal y alternativo de esa sexualidad « no convencional ».
 

– Claro, hipermasculinización (incluso en el porno lésbico), más machismo : sobresalen los músculos, el vello, los sexos grandes y prominentes. Todo tiene que ser a la vez desmesurado pero al mismo tiempo verosímil.
 

– Se borra la pasividad y la feminidad lo + posible : no hay actores afeminados. Se esfuerzan a no parecerlo. Incluso los actores « pasivos » tiene que ser varoniles.
 

– La eliminación de la diferencia de sexo en el coito tiene consecuencias : se suele reemplazar no por el afeminamiento ni por un mimetismo de la pareja hombre/mujer (mimetismo que parecería grotesco y sumiso) sino por una simulación de la diferencia de generaciones (el fenómeno de los twinks, de los Suggar Daddies… que finalmente es pedofilia o incesto disfrazado de « amor » homosexual), por una simulación de la diferencia de los espacios (el fenómeno de los jefes y de los obreros, de los Negros y de los Blancos, del profe con su alumno), por una simulación de la diferencia Creador/criaturas con el modelo sacerdote/fiel, sacrificador/víctima, los mormones, el diablo y el ángel, etc.). O sea, se reemplaza la diferencia de sexos y su ausencia por la violencia, por relaciones de dominación/sumisión más marcadas. Son roles que se ven menos en las pelis porno hetero donde hay diferencia sexual.
 

 
 
 

III – LA HOMOSEXUALIDAD, ¿ UN TEMA PORNOGRÁFICO SOLO PARA ADULTOS ?
 

Bajo la influencia de la pornografía homo así como de la exuberancia vulgar de las Marchas del Orgullo, mucha gente llega a pensar que la homosexualidad es un tema únicamente de adultos, un tema pornográfico. « ¡¡ No hay que hablar a los críos de este tema !! ¡¡ Hay que proteger su inocencia y su pureza !! ».
 

No. La palabra « homosexualidad » no es una palabrota. Yo hablé del tema delante de los escolares : ya lo saben todo técnicamente. ¡ Es espantoso ! Ya los niños ven carteles de parejas homosexuales que se besan a la salida de la escuela de párbulos.
 

 

Yo creo que una manera de proteger a los niños no es esconderles el tema (¡ si viene de ellos !) porque ya están confrontados a ello sin querer, a una edad muy joven. Y el miedo puede crear lo que teme. La homosexualidad YA no es un tema pornográfico. Quizás lo haya sido hace 30 años. Pero ahora, se ha democratizado en su forma suave, aceptable, incluso romántica y burguesa, pudibunda, pija (la peli de Kechiche « La Vida de Adèle » : es una peli pornográfica – hay lo menos 5 escenas de puro sexo – pero como no usa los encuadres clásicos del porno, unos pijos dirán hipócritamente que no es pornográfica, e incluso que es « sexo lésbico ético »…). Entonces, ya no es un tema de adultos, lamentablemente.
 

 
 
 

IV – CONCLUSIÓN : LAS SOLUCIONES
 

Voy a lanzar una bomba : Defendiendo la práctica homosexual, de una manera indirecta, estáis defendiendo el porno (por más que no esté haciendo una analogía entre pornografía y práctica homo). Porque a menudo, la pornografía se disfraza de homosexualidad para comprarse una imagen ética barrata. ¿ Cómo detener el tsunami porno ? Hablando de la realidad homosexual. No podéis por un lado decir a los niños del cole « ¡ Ojo con el porno ! ¡ Hay que educar ! » y por otro lado decirles « ¡ Hay que aceptar y justificar y banalizar la homosexualidad ! ¡ La bisexualidad está muy bien ! ». Sino, os convertís en bomberos pirómanas ! La bisexualidad es muy a menudo un libertinismo que no lleva ese nombre. Así que en vez de machacar a las redes sociales, a la indústria del porno, a la ideología queer, tenéis que denunciar sus escaparates bonitos y rosas y « éticos » (como dice Alejandro Villena), entre los cuales la homosexualidad.
 

Voy a lanzar otra bomba. Hay, para mí, soluciones parciales : « ¡ La defensa de las mujeres ! ¡ La protección de los niños ! » « ¡ La educación ! » « ¡ La información ! ¡¡ Hay que informar, hay que educar !! » « ¡ Hay que controlar el contenido y multar a los sitios internet, a esos criminales ! ». ¡ No ! Incluso la « ecología » no es un argumento relevante. No tenemos que refugiarnos detrás de la indignación, de una jurisprudencia, de las herramientas legales, detrás de una supuesta educación al respeto de la mujer o del niño, una educación a la belleza de la sexualidad, que resulta totalmente ineficaz.
 

Las soluciones que propongo :
 

– Parar de pensar que la pornografía es explícita, que sería pornográfica y grosera incluso en su forma de difundirse (Como decía Carmen Llovet, hay mensajes subliminales pornográficos que no son choquantes, y que por tanto siguen siendo pornográficos.) : Ejemplo : La publicidad TBM en Francia (juego de palabras perverso en francés entre « Très Bon Marché » – Muy Barato – y « Très Bien Monté » – Bien Dotado).
 

 

– Hablar de bisexualidad y de homosexualidad : que son las coartadas principales y rosas del porno. Y un poco de la transidentidad (como lo comentaba muy bien Paula Fraga esta mañana).
 

– Vivir cada uno de nosotros una verdadera conversión, una conversión del corazón, y una limpieza verdadera de nuestra casa interior. Les propongo una revolución de nuestros hábitos. Los malos no son los demás, no es exterior. Parará el porno si ya, primero, nosotros paramos de mirarlo, y nos libramos de la masturbación, de la adicción al sexo o a la infidelidad. Tenemos que vivir lo que decimos. Si no cambiamos radicalmente nuestra manera de vivir nuestra sexualidad, el porno seguirá destruyendo a los corazones de todos nosotros. Se trata de una conversión personal. La lucha contra el porno, que es un fenómeno social y globalizado, empieza en tu habitación.
 

– Mensaje a las mujeres : en vez de lanzar una cazería contra los perversos o los proxenetas o los difusores de imágenes, en vez de lanzar una cruzada anti-porno, tenéis que parar de mirar porno o de masturbaros (porque ahora sé de muchas que lo hacéis), tenéis que ayudarnos a nosotros hombres para purificarnos. Porque el porno, la genitalidad, la masturbación es nuestro talón de Áquiles. Somos los hombres de la « generación porno », somos los hijos del porno. Vivimos en un Mundo hipersexualizado (como nunca antes). Ser hombre hoy es difícil. Porque nos tentan muchísimo visualmente, nos quitan mucha energía y tiempo, nos solicitan mucho. Para todos los varones de hoy luchamos y sufrimos y nos caemos a menudo. Y hay que tener mucha fuerza interior y mucha voluntad y libertad para, como hombre, poder decir « no » al porno. El porno y la masturbación son prácticas muy corrientes.
 

– Mensaje a los hombres : tenemos que unirnos y animarnos para oponernos al porno. Crear, por qué no, una red de fraternidad EMPÁTICA. Porque las mujeres, en cierto modo, no son hombres y no experimentan concretamente nuestros apetitos sexuales : no son siempre las más indicadas para ayudarnos a volver a la pureza. No basta con decirnos : « ¡ No está bien ! » A un fumador, le puedes mostrar las secuelas del tabaquismo. No por ello parará de fumar. Igual para el porno. Nosotros, hombres, necesitamos a hermanos que nos dicen « ¡ Te entiendo ! », que luchen con nosotros, nos animen, nos valoren, nos entiendan, que saben también lo « fugazmente bueno y consolante » que es el porno. El miedo o la demonización o el ataque al porno no cambiará nada. Es el Amor y la amistad – prioritariamente masculina – que son, según yo, las soluciones contra el porno.
 

– Mensaje a los jóvenes : no sois víctimas. Suele ocurrir que tentaís a los adultos (c.f. la ponencia de esta mañana de Fidel Solera ; la ponencia de Luis-Manuel Martínez sobre los violadores juveniles). Podéis violar a otros jóvenes (fenómeno de los niños que imitan con sus compañeros las escenas del porno). No sois inocentes. Sois responsables – menos que los adultos pero sois responsables – y podéis imitarlos. Así que ojo : no sois víctimas. No sois cositas fragiles y no se os tiene que transformar en « desgraciados » como decía Carmen Perdices. No creo en vuestra inocencia/pureza : la quiero para vosotros, pero ¡ hay trabajo de vuestra parte ! Defiendo vuestra libertad y responsabilidad. Sois LIBRES.

Le savoir : quête maladive de beaucoup de femmes d’aujourd’hui

« La femme s’aperçut que le fruit de l’arbre devait être savoureux, qu’il était agréable à regarder et qu’il était désirable, cet arbre, puisqu’il donnait l’intelligence. Elle prit de son fruit, et en mangea. Elle en donna aussi à son mari, et il en mangea. » (Livre de la Genèse, chap. 3, v. 6)
 

 

Je remarque en ce moment que plusieurs femmes de mon entourage – qui concrètement ne vont pas bien et tombent en dépression – pèchent par gnosticisme, c’est-à-dire par rechercher frénétique de connaissance, d’omniscience, de tout SAVOIR. Cette bête curieuse se déchaîne fort actuellement en elles. Et elle est bien sûr nourrie par Internet, les téléphones portables, la démocratisation d’une certaine psychanalyse, les caméras de surveillance, les nouvelles technologies, et flatte leur narcissisme en même temps qu’elle entretient chez elles leur paranoïa, leur hystérie, leur désir insatiable de tout contrôler, de tout comprendre, de tout retenir (au double sens du verbe : « mémoriser » et « posséder »), leur orgueil d’être des victimes des hommes (ou de leur mari) et d’être supérieures à eux, de les connaître par cœur (elles leur ôtent injustement toute leur part de mystère).
 

Cette quête gnostique les fait parfois partir dans des délires intellectualistes assez dingos, qui font insulte à leur pourtant finesse réelle, humour et intelligence à la base. En même temps qu’elles sont possédées par l’obsession de la possession (… de savoir, de voir, de connaissance) justement, elles ne s’entendent même pas employer le mot ou le verbe « SAVOIR » plusieurs fois dans une même phrase. Pourtant, il suffirait qu’elles s’enregistrent et qu’on réécoute la cassette ensemble pour réaliser l’obsession gnostique dont elles pâtissent. Ces pipelettes intarissables sont en stress, en panique, en mélancolie, et pensent qu’en jouant les Inspecteurs Colombo, les enquêtrices-analystes d’exception, en partant à la pêche aux infos, aux scoops, au-détail-qui-tue-et-qui-leur-donnera-une-fois-de-plus-raison, à l’intelligence supérieure (elles vouent d’ailleurs un culte au dieu post-moderne de la pseudo « Intuition féminine » : Ça sort d’où que les femmes seraient plus intuitives que les hommes, d’ailleurs ? Sans doute de cerveaux aussi malades que le leur…), en montant à l’arbre de la Connaissance, elles parviendront à (se) rendre justice à elles-mêmes et au Monde entier, à résoudre tous les problèmes des autres (… sauf les leurs !), et à masquer leur angoisse maladive et possessive de manipulatrices (À les entendre, les « manipulateurs narcissiques », ce n’est – comme par hasard – que les autres ! et bien sûr, ce sont les hommes !).
 

Et comme leur mari pataud ou blasé refuse, au bout d’un moment, de rentrer dans leur course effrénée au SAVOIR, refuse de les laisser le « résoudre » (comme s’il était un problème !), de lui tirer les vers du nez parce qu’il n’a plus de scoops avouables à lui donner, il est tenté de se créer son propre jardin secret à lui (parfois dans le mutisme, parfois dans la tromperie) pour respirer, et pour être sûr que son Ève des temps modernes ne va pas l’envahir totalement de sa quête vampirisante d’omniscience.
 

Au final, qu’est-ce que les femmes inquisitrices et harcelantes d’aujourd’hui cherchent tant à « savoir » ? Eh bien je crois qu’inconsciemment elles veulent connaître leur péché (qui est celui de la curiosité, de l’indiscrétion, celui précisément de vouloir tout savoir !) ; et donc elles cherchent sans doute à ce que quelqu’un leur dise une bonne fois pour toutes : « Stop ! Arrête de vouloir tout savoir ! Arrête de vouloir tout comprendre et tout retenir ! Arrête de vouloir être la plus intelligente, de te faire la détentrice privilégiée du Savoir ! Rentre à l’école de la Vierge Marie, à l’école de l’écoute (mais la vraie : pas l’enregistreur !), à l’école de la méditation aveugle et confiante des Mystères de Dieu, à l’école de l’ignorance, de la retenue et de la discrétion, à l’école du secret à garder et non à déballer ni posséder. Femme ignorante n’est pas nécessairement femme soumise. Elle peut même être la femme sainte. Donc renonce à l’omniscience ! Et tu deviendras une vraie femme douce qui aura accès à des vérités et des mystères bien plus profonds que si tu les avais cherché(e)s fiévreusement par toi-même. »

L’Hollywoodisation du Vatican (le cas de l’encyclique papale Tutti Fratelli et de la béatification de Carlo Acutis)

« Pourquoi m’appelles-tu bon ? Nul n’est bon que Dieu seul. » (Jésus, dans Luc 18, 22)
 
 

Le Vatican devient-il l’académie des Oscars à Hollywood ? On est en droit de se le demander et de s’en inquiéter.
 

 

Je trouve que les béatifications récentes décrédibilisent l’Église. Car cette dernière s’aligne sur l’esprit du Monde qui ne sacre plus une oeuvre ou une personne parce qu’elle le mériterait vraiment, mais pour l’intention, la bithématique, la polémique, l’image-réputation, la vitrine, le message démago et rebelle/moderne, bref la CHARGE SYMBOLIQUE, qu’on lui prête. Et là, ça confine au grotesque ou à l’absurde, en tout cas pour ce qui est de la béatification imminente du jeune geek italien Carlo Acutis, et du battage médiatique impressionnant dont il fait l’objet en ce moment. Loin de juger le coeur de Carlo et sa relation à Dieu – relation qui relève du mystère et du secret -, loin de juger de son rayonnement passé-présent-futur (Peut-être est-il justifié ? Je ne sais pas, et je demande à voir; et je ne doute pas que nous ayons besoin de modèles proches et incarnés qui nous rappellent que la sainteté est possible et accessible), je suis quand même d’avis que les canonisations ne devraient – dans l’idéal et à quelques exceptions près – avoir lieu qu’au Ciel. A fortiori quand les terrestres se transforment en kermesses.
 

La fabrique d’idoles – même au nom de Dieu et de sa sainteté – est déjà depuis un certain moment observable dans le 7e Art, surtout depuis que notre Monde médiatique décerne des couronnes, des trophées et des palmes d’héroïsme à des oeuvres médiocres et à des personnalités banales, peu exemplaires, et qui n’ont de mérite que d’être victimisées ou d’être présentées comme de valeureux révolutionnaires. Le cas, par exemple, des navets cinématographiques qui ont reçu la palme du « Meilleur Film » à Hollywood ou à Cannes simplement parce qu’ils promouvaient l’homosexualité ou bien avaient un fort potentiel de scandale et d’impression/réaction, ne manquent pas (je pense par exemple à « Spotlight » , à « Moonlight » , à « Harvey » , à « La Vie d’Adèle » … qui sont objectivement des merdes, merdes qui ont été enjolivées/sauvées in extremis par leur technicité, leur charge émotionnelle et les intentions qui leur étaient attribuées).
 

Dans ce système mondial de plus en plus déconnecté du Réel autant que du Vrai, où une personne ou une oeuvre n’est plus valorisée pour elle-même mais uniquement pour sa charge symbolique et émotionnelle, rien d’étonnant que par exemple des films médiocres soient auréolés de gloire simplement parce qu’ils traitent d’homosexualité et de négritude, rien d’étonnant qu’un candidat à la présidentielle d’une Nation soit élu haut la main parce qu’il est homo ou noir ou handicapé ou femme, et – le plus triste – rien d’étonnant qu’un gars comme Carlo Acutis soit applaudi comme un « grand saint des temps modernes » ou que des encycliques aussi plates – et non moins dangereuses et anodines à cause de cette platitude – que Laudato Si, Amoris Laetitia et Tutti Fratelli soient publiées par un Pape. Et là encore, je n’ai rien contre le Pape François, qui pour moi reste le Pape qu’il nous faut et qui a été désigné par l’Esprit Saint.
 

 

Concernant le cas de l’instrumentalisation béate/béatifique de Carlo Acutis, je remarque qu’on n’aime pas la personne pour ce qu’elle est, ce qu’elle a fait et dit (Vous avez entendu, vous, des phrases-choc et vraiment profondes que le jeune homme aurait dites?), mais pour ce qu’elle représente, pour les clichés-standards ou les concepts dits « opposés » ou « nouveaux » qu’elle incarne (ici, c’est jeunesse et sainteté, ou bien informatique et divinité). Tout comme on m’applaudirait parce que je suis homo et catho : ce serait – et c’est parfois – absurde puisque ça ne me donne aucune valeur ni mérite (je peux être « homo et catho » ou « homo abstinent »… et pourtant très très con ou creux dans mes propos). Et qu’ensuite en présentant mon corps soit-disant « intact », et quelques miracles qui me seraient attribués, ça y est, je rentrerais au panthéon folklorique des « saints exotiques et inattendus des périphéries » qui redoreraient l’image d’une Église universelle et moderne ! Force est de constater qu’on assiste à une « Peopleisation » des saints, à une starification déguisée en béatification/canonisation. C’est le Musée Grévin version catho. Horrible. Avec tout le respect que j’ai pour « le premier saint qui avait une adresse e-mail » (c’est ça, sans déconner, sa spécificité incroyable ?? son « miracle » ?? C’est sur ça – plus que sur son attachement au Christ et sur la force impopulaire de ses paroles et hauts faits – que repose son procès en béatification ??), eh bien désolé mais pas envie d’applaudir. Et quand je cherche auprès des médias « cathos » les preuves concrètes de leur emballement, les journalistes et même la maman de Carlo n’ont pas autre chose à dire que « Jésus était au centre de sa vie » et que Carlo « a passé des heures devant le Saint Sacrement ». Ok… Bonne journée. Next. #Questcequecestquecettemascarade. Le Vatican s’est-il hollywoodisé ?
 

 

Quant à l’Encyclique-bébé du Pape François Tutti Fratelli (rien à voir avec les Goonies, j’espère ?), qu’est-ce que c’est que ce sketch ? Depuis quand la fraternité est-elle une valeur évangélique ? Moi, je la vois surtout comme une valeur républicaniste (la devise française « Liberté, Égalité, Fraternité ») et maçonnique (d’ailleurs, en loges francs-maçonnes, tous les initiés s’appellent « frères »). Je préfère largement au concept démago et humaniste de « fraternité » celui de Charité (amour concret de Dieu pour tout Homme). Pareil que pour Carlo Acutis : avec Tutti Fratelli, on n’apprend quasiment rien. On a rien à en dire de positif ou à se mettre sous la dent. C’est de l’intention plus que de la substance. Il y a peu de profondeur. C’est de la vitrine de solidarité et d’humanisme intégral vaguement christique. Le Pape François ne risque pas d’aller en prison pour ses propos. Et que dire du narcissisme identificatoire pieux et excessif (« Je suis le nouveau François d’Assise ») qu’elle traduit…? (moi, je suis fan de saint Antoine de Padoue : c’est pas pour ça que je vais vivre ma vie par procuration en donnant à croire que je suis son fils spirituel ou pire sa réincarnation). Qu’est-ce que c’est que ce délire et cette usurpation d’identité pour dérober à peu de frais une sainteté/humilité par association de prénom ? Le seul journaliste qui ait osé une critique distancée et un peu intelligente sur cette encyclique, c’est Pierre de Lauzun (même si, malheureusement, je le soupçonne de caricaturer le Pape François en défenseur de la « politique migratoire anti civilisation-chrétienne » qu’il n’est pas).
 

Alors désolé les amis si je passe pour un rabat-joie, un sniper ou un râleur. Car tel n’est pas le cas, même si je conçois que j’en porte l’apparence. Pour moi, la principale preuve qu’une personne est sainte, c’est son impopularité terrestre, parce que ce qu’elle dit et ses oeuvres font risquer sa vie, des vies, et expose à la Croix, au martyre, à la mort aussi bien sociale que physique. Or, je ne vois pas ce que la vie d’un Carlo Acutis ou ce que l’Encyclique déplace ou fait risquer de vital.

Ma visite du Grand Orient (Franc-Maçonnerie) hier aux Journées du Patrimoine : j’ai été le serphide officiel de Thierry Cuzin !

Je reviens de ma traditionnelle visite annuelle, pour les Journées du Patrimoine, au Grand Orient de France, la loge franc-maçonne la plus importante de Paris. Je me suis à nouveau régalé tellement les guides – pourtant très érudits – s’empêtrent dans leurs propres incohérences voire mensonges. Je vais essayer de les lister dans cet article. Car ce sont quand même les têtes pensantes de nos dirigeants ripoublicains ^^. En tout cas, j’en apprends toujours (et j’adore, quand je suis là-bas, jouer mon abruti, tout en foutant à un moment donné les pieds dans le plat en leur posant LA question qui fâche et sur laquelle ils bottent systématiquement en touche : les égrégores!)

Alors pour cette visite du 20 septembre 2020, j’ai eu la chance de faire partie du groupe tenu par Thierry Cuzin, chargé des publics au GOF (c’est un peu le « monsieur relations presse »), une pointure de la Franc-Maçonnerie. Et comme il a demandé à l’un des visiteurs d’être en queue de cortège pour le fermer et de veiller à ce que le groupe reste uni, il m’a désigné, avec mon accord, « serphide » (je crois que c’est un terme apicole). J’étais donc le serphide du groupe ! haha.

Les nouvelles infos :

Tout d’abord, en vrac, voici quelques remarques ou nouveautés que j’ai entendues sur la Franc-Maçonnerie (Toujours apprenti !^^) :

– Les francs-maçons ne sont pas contre la Foi ou contre la religion mais contre la primauté de celles-ci : « La foi ne doit jamais l’emporter sur la loi. » a déclaré Thierry Cuzin. Ils vouent un culte au légalisme, et prennent au pied de la lettre le « Rendons à César ce qui est à César, à Dieu ce qui est à Dieu » du Christ.

– Le site Cadet du Grand Orient s’arrange pour que les téléphones portables, où qu’on se trouve, n’aient aucun réseau. Ceux qui y rentrent se trouvent comme dans une étuve hermétique, avec aucun contact possible avec l’extérieur (chose qui ne risque pas d’arriver dans un lieu de culte catholique !).

– Les francs-maçons, contrairement à l’idée reçue, sont particulièrement déistes. J’ai appris que dans les obédiences régulières – les plus nombreuses par rapport aux obédiences libérales adogmatiques -, il est obligatoire pour les candidats de croire en Dieu et de le déclarer (et par « Dieu », ils n’entendent bien sûr pas « Jésus », mais juste un « principe énergétique méta-humain ou supra-humain, donc qui ne relève pas de l’Humain » : je cite Cuzin). Ils sont aussi tenus, en plus de ça, à croire en l’immortalité de l’Homme (concept qui s’oppose à l’éternité de l’Homme, puisque l’éternité induit la mort puis la résurrection de Dieu en personne : nous, catholiques, ne croyons pas en un Dieu immortel – vu que Jésus a accepté de mourir comme un Homme – mais en un Dieu éternel : c’est toute la différence !). C’est la raison pour laquelle Thierry Cuzin a mis un point d’honneur à expliquer que les francs-maçons « ne sont pas anti-religieux ». Et c’est vrai : ils sont juste contre la supériorité universelle de la religion catholique.

– L’axiome principal de la Franc-Maçonnerie, qui est celui de dire que « nous sommes tous et toujours apprentis » (c.f. la photo), même s’il se veut égalitaire et humble, est infantilisant et nous maintient finalement tous au statut d’élèves soumis et ignorants (… alors que dans la religion catholique, Dieu nous fait/fera la grâce de le dépasser, de faire des choses plus grandes que Lui, de connaître tout ce que Lui connaît. Nous ne sommes pas des perpétuels ignorants. Il nous fait prendre part à son Mystère. Il ne fait pas mystère de son Mystère, ne le garde pas jalousement. « Tout ce qui est à moi est à vous » nous a-t-Il dit.).

– Thierry Cuzin a souligné que les initiés francs-maçons ont « la transmission chevillée au corps » (ça, c’est une notion très macronniste, mais également très luciférienne : il faut apporter la lumière du savoir aux autres). Ils sont aussi très branchés « Dignité » (le mot qui ne veut rien dire… ou plutôt qu’on peut accoler à tout pour justifier n’importe quoi, comme par exemple l’euthanasie, transformé en « droit à mourir dans la dignité »).

– J’ai été étonné de voir l’attitude intransigeante et parfois agressive de Thierry Cuzin qui, derrière un relativisme de façade apparemment ouvert à tout (car le culte maçonnique pour le symbolisme à la fois accueille en principe toute interprétation… et bannit toute interprétation trop universaliste et unitaire), décrétait que nous avions « tort ou raison », « tout faux ». Il lui arrivait de s’énerver dès que l’un des visiteurs le remettait en question ou exprimait un désaccord ou n’avait pas SA bonne réponse à lui. Les francs-maçons sont très OUVERTS… mais attention : qu’avec les gens qui pensent comme eux et qui pensent « bien ». D’ailleurs, Cuzin nous a appris qu’au GOF, il y avait 3000 admissions par an à peu près, mais que l’un des critères de refus de candidature (appelé « ajournement »), c’était l’appartenance au FN (ou RN). Bravo l’ouverture…

– J’ai été étonné de voir que les francs-maçons s’interdisent de parler du CŒUR (Vous vous souvenez que je vous avais dit qu’ils veulent remplacer le cœur de chair de l’être humain en cœur de pierre : la Pierre philosophale aurique). Lorsque Thierry Cuzin a employé une expression où il était quasiment obligé de dire le mot « cœur », il s’est repris et l’a remplacé in extremis par le mot « conviction » : « Dans le secret de votre… conviction ». Il a filé ensuite la métaphore en enjoignant à « se forger une conviction » (Il n’a pas dit « valeur » – le concept très bobo en vogue – mais ça ne m’aurait pas étonné !) Bref, les francs-maçons remplacent le cœur par la conviction. En d’autres termes, ils ont quitté l’Amour pour lui préférer la volonté personnelle.

Si vous voyez dans les temples maçonniques les lettres J et B sur les deux colonnes d’airain de l’entrée du Temple de Salomon, ça renvoie à Jakin et à Boaz (dans le premier livre des Rois, de la Bible).

– Thierry Cuzin nous a sorti de manière quasi automatique un poncif de la pensée manichéenne : « L’intelligence surgit du contradictoire. » C’est très luciférien, en fait, d’ériger la contradiction ou le paradoxe en dieu, en critère de vérité absolue.

– J’ai appris que les Templiers avaient disparu officiellement en 1314. Mais qu’en revanche, ils inspirent fortement la Franc-Maçonnerie moderne depuis 1720, et que les obédiences actuelles s’inspirent beaucoup de la chevalerie des Templiers, en sont les résurgences. Par ailleurs, il a distingué (de manière furibonde) les francs-maçons des Illuminati, en disant que ces derniers n’avaient rien à voir, qu’ils étaient une société initiatique opposée aux francs-maçons, qui a disparu en 1785, et qui défendait un « symbolisme universel ». Personnellement, j’ai été peu convaincu par cette distinction : d’une part parce que les obédiences maçonniques ont pour particularité de s’opposer entre elles, d’autre part parce que les francs-maçons vouent aussi un culte à la lumière luciférienne, même si ensuite ils rejettent toute prétention à l’universalité et au prosélitisme puisqu’ils défendent un individualisme universel.

– J’ai appris que le compas ne sert pas à faire des cercles : son usage, c’est surtout de reporter des mesures. Donc en gros, c’est de faire de la copie conforme, de la reproduction.

– J’ai appris qu’à Boboland (Lyon), il y avait actuellement 25 temples maçonniques. Ce qui n’est pas une petite moyenne. Bordeaux et Lille, d’autres Boboland français, sont aussi bien lotis.

– J’ai visité dans le Musée du Grand Orient l’expo photographique éphémère de Marie Vidal intitulée Pierre et Lumière. Ça c’est vrai que c’est pas du tout illuminati… Je rappelle à ce propos que l’un des champs lexicaux les plus caractéristiques de la FM est celui de la lumière (mais la lumière physique, énergétique : or, soleil, électricité), et celui de la pierre (L’idée, c’est que l’Homme se construirait lui-même par sa propre quête de connaissance).

– Dans mon groupe de visiteurs, il y avait manifestement deux jeunes hommes super gays (en couple?). Je vous renvoie à mon article sur les liens entre Franc-Maçonnerie et homosexualité.

Les 2 plus gros bobards de cette année :

Enfin, question mensonges éhontément proférés pendant cette visite, et qui sont aussi énormes que l’année où ils m’avaient sorti en gloussant que « la Franc-Maçonnerie n’avait aucune espèce de liens de proximité avec la sphère politique » (… alors que dans les couloirs il y avait des affiches qui annonçaient la venue de la ministre Marlène Schiappa à une tenue blanche privée ! LOL), les deux meilleurs que j’ai entendus cette année, c’était le bobard sur les égrégores et l’autre sur le circuit des temples.

 

Alors concernant les égrégores, qui ont lieu à travers la fameuse Chaîne d’Union mise en scène à chaque réunion de la loge (les membres associent leurs intelligences pour vivre, main dans la main, en cercle, une expérience électrique de décorporation collective, en fait : Thierry Cuzin a parlé textuellement d’un « moment d’élévation vers un idéal commun ». C’est une expérience luciférienne, au sens lumineux, énergétique et angélique du terme), j’ai, comme à mon habitude, mis le sujet sur le tapis. Parce que je sais que les initiés sont très mal à l’aise pour en parler, puisque c’est un peu le centre de leur « secret maçonnique » tacite bien gardé, de leur pratique magique méconnue du grand public et qu’ils ne veulent pas dévoiler… et on comprend pourquoi : elle est luciférienne (même si eux ne croient pas en l’existence du diable). Face à ma question, Thierry Cuzin s’est montré au départ imperturbable (les années précédentes, j’avais eu droit à des réactions de guides plus médusées et déconcertées). Notre guide s’est juste gaussé face au possible amalgame entre égrégore et occultisme, en assurant bien sûr que « les égrégores n’avaient absolument rien à voir avec une pratique occulte ». Il m’a juste renvoyé la question : « Alors qu’est-ce que c’est, selon vous, un égrégore ? ». Et quand il a vu que je répondais bien (« C’est la somme des intelligences de l’ensemble d’un groupe réuni. » ai-je récité comme le meilleur élève de la classe), il a donné sa propre définition puis est passé à un autre thème. Il pensait en avoir fini avec moi, mais j’ai remis le couvert lorsque nous étions dans une autre salle, en lui demandant : « Excusez-moi… Je reviens sur l’égrégore. Vous nous avez dit que c’était un moment d’élévation énergétique vers un idéal. Mais est-ce que vous pouvez nous décrire vos propres sensations lors d’un égrégore ? Et qu’est-ce qui est vécu par le groupe ? ». Là, ce fut une fin de non-recevoir. Il a refusé catégoriquement de me répondre, en avançant (de manière contrariée et sèche) que c’était de l’ordre de l’intime, que « c’était son jardin secret » et que pour le coup, même si la Franc-Maçonnerie est basée sur la franchise, là, bizarrement, il s’annonçait fièrement comme « un ennemi de la transparence ». En fait, chez les francs-maçons, c’est la franchise ou la transparence quand ça les arrange ! Sinon, qu’ils le veuillent ou non, ils passent leur temps à cacher des choses… en particulier en ce qui concerne les égrégores et leurs activités paranormales. Donc même s’ils jurent leurs grands dieux que les égrégores ne sont pas de l’occultisme, ils les occultent tellement qu’ils les désignent à leur insu comme de l’occultisme ! (Au passage, vous ne verrez jamais aucun prêtre catholique ni aucun fidèle jouer le mystère ou avancé l’argument du « jardin secret » ou de « l’intimité » quand vous l’interrogez sur la prière ou sur les sacrements : rien n’est caché dans la religion catholique, contrairement à la Franc-Maçonnerie, où le secret et le mensonge occupent une place centrale… parce que derrière, finalement, Satan est à l’œuvre).

Pour le second mensonge gros comme une maison que j’ai entendu d’hier, là, Thierry Cuzin m’a vraiment pris pour le premier des cons. Ça fait au moins la 5e fois que je viens faire une visite guidée au Grand Orient, et on nous fait voir exactement les mêmes temples (on en voit 4 ou 5 grand max). Quand j’ai demandé – et c’était la dernière question de la visite – pourquoi on faisait toujours le même circuit et pourquoi, vu qu’il y a 21 temples en tout sur le site Cadet, ils ne variaient pas les plaisirs en nous montrant les 17 autres salles (21 temples : il y a quand même l’embarras du choix), Thierry Cuzin a nié en bloc : « Nan nan. Ce ne sont pas toujours les mêmes temples ! » ; « À chaque fois on en montre des différents. ». Hmmm… Tu me prends pour un con ou tu me prends pour un con ?

 

Voilà donc, pêle-mêle, les quelques observations que j’ai pu faire lors de cette Journée du Patrimoine.

Attaque du Parc de Reading : L’homophobie une fois de plus maquillée en « ignoble crime islamiste terroriste »


 

Oh ben ça alors… Quelle « surprise »… On apprend à l’instant que l’assaillant terroriste islamiste du parc de Forbury Gardens (à Reading, au Royaume-Uni) qui a poignardé il y a quelques jours plusieurs personnes et tué 3 d’entre elles, s’est attaqué en réalité à 3 hommes homosexuels, et que donc son crime n’avait absolument rien d’une « folie aveugle » et encore moins d’une folie « islamiste ». C’était un crime homophobe. Seuls les quelques sites communautaires dédiés à l’homophobie relèveront ce « détail » pour se victimiser. Mais ils se garderont bien d’aller jusqu’à désislamiser le geste homicide ou à l’homosexualiser (donc reconnaître l’homosexualité de l’assaillant). Faut pas rêver. Ils vont plutôt le christianiser in extremis (puisque le jeune Lybien Khairi Saadallah s’est converti, on l’apprend, au christianisme) et donc couvrir/justifier à la fois l’Islam et la pratique homosexuelle, donc les deux « précieux » de notre époque. Et bien évidemment, les mass médias, eux, étoufferont carrément le caractère sexuel – et même homosexuel – de l’attaque. Une fois de plus, la sexualité et l’homosexualité sont rendues taboues. Quitte à agiter des tabous soi-disant plus importants et violents qu’elles. Et même ceux qui le feront n’iront pas jusqu’au bout de la signifiance de l’acte : il ne suffit pas seulement de souligner l’homosexualité des victimes ; il faut aussi souligner celle du bourreau.
 

Le jeune Khairi Saadallah n’est pas homo, non non : il est juste musulman… non, pardon… il est juste « fou ». Et « chrétien »… donc « ennemi des homos ».


 

Quand je vous dis que l’homosexualité/l’homophobie est le mal le plus secrètement gardé au Monde, et que même les journalistes et les gens préfèrent le maquiller d’Islam ou de « terrorisme » plutôt que de le voir en face, de le nommer et de le traiter (c.f. lire tout le chapitre de mon livre Homosexualité, la priorité niée sur la face cachée homosexuelle des assaillants islamistes, ou bien le chapitre I de Homo-Bobo-Apo)…
 

À de rares exceptions près (je pense à l’attentat d’Orlando en 2016 aux Etats-Unis qui avait fait 49 morts dans une boîte gay… et encore : l’homosexualité du tueur, Omar Mateen, n’a à nouveau pas été dévoilée au grand jour et les médias l’ont faite passer pour un fondamentalisme islamiste… donc l’identification d’homophobie a été partielle), le crime homophobe ne sera pas montré au grand public. Il sera maquillé en odieux crime « terroriste ». Le terrorisme islamiste arrange finalement tout le Monde. C’est comme la pédophilie sacerdotale qui est l’arbre bien pratique et bien terrifiant qui cache la forêt de l’homosexualité sacerdotale : de même, l’islam (ou le terrorisme islamiste) est le voile noir pudique dissimulant le rose homosexuel, la violence de la pratique homosexuelle (et je parle bien de la pratique homo aussi bien refoulée qu’assumée).
 

Les 10 détails-qui-tuent du documentaire pro-PMA et pro-GPA diffusé ce soir sur France 5 dans l’émission « Le Monde en Face »

N.B. : Je précise que depuis sa publication, cet article a fait l’objet d’une censure, d’une menace de procès et d’intimidations parce qu’il « contenait des captures d’écran de mineurs ». J’ai dû retirer les photos des mineurs. Rendez-vous compte.

Ce soir était diffusé dans l’émission Le Monde en Face (#LMEF) de France 5 un documentaire de Laure Granjon qu’on aurait dû voir initialement le premier jour du confinement en France (comme par hasard…) mais qui a été reporté à aujourd’hui. Il est intitulé « PMA-GPA : Les enfants ont la parole ».

Ce reportage s’était donné pour mission de tirer le portrait d’enfants nés par PMA (Procréation Médicalement Assistée) ou GPA (Gestation Pour Autrui), de 8 à 20 ans, pour soi-disant leur donner pour une fois à la parole. En réalité, il avait pour but de prouver que le mythe de la « famille homoparentale dangereuse et déséquilibrée » n’avait pas lieu d’être.

Voici les 7 témoins (aux prénoms plus bobos les uns que les autres) castés : Sacha (9 ans, né par une PMA orchestrée par un couple lesbien, et ignorant son père), Jade (13 ans, née par une GPA orchestrée par un couple hétérosexuel stérile, et connaissant sa mère porteuse), Kolia (8 ans, né par une GPA orchestrée par un couple gay, et ne connaissant pas directement sa mère porteuse russe), Lou-Ann (11 ans, née d’une PMA avec donneur ponctuel orchestrée par un couple lesbien, ignorant son père), Lucie (9 ans, née par une PMA orchestrée par une mère célibataire, ignorant son père), Tom (20 ans, né d’une PMA avec donneur anonyme orchestrée par un couple lesbien, ignorant son père), Mathis (18 ans, né par une PMA avec donneur anonyme orchestrée par un couple hétérosexuel, ignorant son père).

En gros, il ne s’agissait que d’enfants ou de jeunes adultes à la généalogie amputée, et surtout privés du grand absent de ce documentaire : l’amour entre les deux parents biologiques (et la reconnaissance de la nécessité fondamentale de ce dernier). Et pourtant, je vous le donne en mille : quel était le principal message martelé par France 5 et par ce documentaire : que ces enfants VONT TRÈS BIEN (même mieux que les adultes…) et que ce SONT DES ENFANTS COMME LES AUTRES. On y croit…

Alors plutôt que de rentrer dans des grandes explications sur les dégâts du « mariage » gay (vous écouterez, pour ceux qui veulent creuser davantage le sujet, mon interview synthétique sur ce lien) et les enjeux éthiques de la PMA et de la GPA, je me suis contenté de relever 10 « détails-qui-tuent » prouvant que le portrait idyllique des victimes d’un trafic d’enfants – comment appeler la PMA et la gpa autrement ? – maquillé en « amour » et en « famille équilibrée » n’est qu’un outil de propagande gay friendly qui, en y regardant de plus près, se trahit et se fissure lui-même… Voici donc les 10 fissures que j’ai identifiées :

1 – FRANC-MAÇONNERIE :

Dans Franc-Maçonnerie, il y a « Franc » (et tous ses dérivés : honnêteté, transparence, consentement, sincérité…) et il y a « Maçonnerie » (donc tout le lexique de l’architecture et de la construction : c.f. voir mon livre Homo-Bobo-Apo). Eh bien dès l’introduction du reportage, la présentatrice de l’émission, Marina Carrère d’Encausse (pas « Carrière » mais presque ^^), a commencé par saluer la « sincérité » des témoins. Et elle a refait exactement la même chose à la fin du reportage : « Merci pour leur sincérité ». Et par ailleurs, je pense que j’ai entendu au moins 10 fois le mot « construction » dans le reportage ! On avait donc affaire à un vrai documentaire franc-maçon, à la plus grande gloire de la franchise (franchise qui n’est pas la Vérité, mais l’intention de Vérité, souvent non-suivie des actes ou de l’Amour) et de l’auto-construction de l’Homme par lui-même. Avec un vague sous-texte eschatologique luciférien, puisque la petite Lucie s’est prise à rêver qu’elle serait « inventeur » : « Quand la Terre explosera, dans 6000 ans, j’inventerai une fusée pour sauver tout le monde. » OK… En même temps, il semblerait que la gamine en question a été élevée bien comme il faut dans la nouvelle religion mondiale héliocentrique, puisqu’elle a été définie dès le berceau par sa mère célibataire comme un « soleil » luciférien : « Ma Lumière, ma vie, mon soleil, ma chérie. » (c.f. extrait d’un poème sur l’album photos de sa naissance).

2 – ENFANT-OBJET :

À plusieurs moments, même si le documentaire ne voulait montrer que l’« Amour », les enfants obtenus par PMA ou GPA étaient comparés à des objets, à des lois : « En fait, t’es mon cadeau d’anniversaire. » (Maman Sarah feuilletant avec son « fils » Sacha l’album photos de sa naissance) ; « La PMA, c’est toi mon fils ! » (idem, lors d’une Gay Pride) ; « Tout d’un coup, on se retrouve avec un petit paquet en sortant de la maternité. » (Christelle racontant à son fils Tom sa naissance) ; « Lucie a cru qu’elle allait devenir une star. » (Ève, la mère de Lucie, lors du post-documentaire). Par exemple, Lou-Ann a dit qu’elle est « née dans un bocal ». La petite Lucie s’est décrite comme un produit sorti d’usine : « Pourquoi ma maman m’a fabriquée comme ça ? Pourquoi sans papa ? » demande-t-elle à ses grands-parents. Gloups… Chassez la réalité marchande de la PMA/GPA, elle revient au galop.

3 – JE-M’EN-FOUTISME :

Les jeunes témoins filmés, pour masquer leur peine inconsciente ou leur crise existentielle/généalogique larvée, jouaient en général l’indifférence. Ils ne disaient pas, comme les jeunes des cités, qu’ils « s’en battaient les couilles », parce qu’ils s’exprimaient devant des caméras de télé, quand même… mais c’était tout comme. Ils le remplaçaient par un plus politiquement-correct « J’m’en fous » ou un « J’m’en fiche ». Étonnant affichage de désinvolture pour un documentaire qui se voulait pourtant engagé et militant pour la « juste » Cause de « toutes les formes de parentalités ». J’ai relevé au moins 5 fois les « j’m’en fous complètement » ou les « on s’en fiche ! » énoncés par des gamins boboïsés et cools avant l’heure, avant leur majorité. Je pense en particulier à Lou-Ann, Sacha, Kolia, Tom : « J’m’en fiche complètement. » (Lou-Ann) ; « On s’en fout. » (Lou-Ann) ; « Je m’en fiche complètement. Je m’en fiche. » (Sacha) ; etc. On voyait par exemple le petit Kolia pouffer d’indifférence, comme un vieux blasé. Toute cette désinvolture m’a glacé, en fait. Parce que ce documentaire traite de sujets quand même lourds (sexualité, identité, parenté, adoption, etc.)… donc qui méritent tout sauf notre indifférence ou le relativisme. Et le pire, c’est que cette distance d’indifférence était vue par les adultes présents sur le plateau-télé comme un formidable signe de « maturité » chez leurs marmots « adultisés »… C’était vraiment le documentaire du foutage de gueule… mais sincère !

Pour faire plaisir aux adultes qui leur ont menti ou qui les ont privé de l’Amour dans la différence des sexes, ou pour faire cools et adultes (exemple avec Lou-Ann, 11 ans, qui traite ses 3 « parents » comme des potes ; exemple avec Sacha, qui va défiler à la Marche des Fiertés avec ses deux « mères »). Ils singent un désintérêt décontracté (je dis « singent » car à certains moments, on voyait au contraire qu’ils étaient très curieux d’avoir des indices sur ce qui soi-disant les désintéressait tant… : le mot « curiosité » est d’ailleurs revenu plusieurs fois dans le reportage).

Par exemple, Kolia (8 ans) veut en savoir plus sur l’identité et la vie de sa mère porteuse Cristina… et dira ensuite que la vie de sa maman « ne l’intéresse pas ». Et quand on lui a demandé s’il souffrait d’un manque ou de sa situation « familiale » minoritaire, il a sorti avec détachement : « Y’a pas de différence… ». Sacha (9 ans) faisait quant à lui genre qu’il s’en foutait de ne jamais connaître son vrai père : « Ça ne ne manque pas d’avoir de papa puisque j’en ai pas. Comment je pourrais savoir ce que ça fait ? ». Sinon, l’une des camarades de Lucie a dit aussi : « C’est pas un drame d’avoir pas de père. » Et Lucie a banalisé/relativisé sa situation en déclarant qu’elle était « juste différente ». Quant au pote geek de Tom, il a décrété la nullité-neutralité de la configuration « familiale » de son ami : « Y’a pas vraiment de différence entre lui et moi qui ai grandi dans une famille de parents divorcés, mis à part l’homosexualité. » Bref, dans ce film, tout le monde avait l’air de s’en foutre de tout. Rien n’est grave. Tout est cool.

J’ai essayé de faire un maximum de captures d’écran des enfants-témoins de ce film pour que vous voyiez leur fausse indifférence, pour vous montrer combien j’ai trouvé leur discours téléphoné, appris par coeur (mais sans coeur !), et combien leur regard était morne, éteint, triste, résigné. Par exemple, la petite Lucie m’a fait de la peine parce qu’elle écarquillait parfois les yeux comme une gamine inconsciemment révoltée et traumatisée. Le jeune Tom, chauve à seulement 20 ans, ne respirait pas non plus la joie de vivre.

Et le pire, c’était le regard du petit Kolia, qui avait l’air souvent perdu, éteint, désabusé, assommé de médicaments, shooté, KO. Comme un automate qui parlait de manière machinique, en répétant son texte… mais sans y croire. Ce film, pour moi, était proche du lavage de cerveau, avec des enfants qui jouaient sincèrement mais sans conviction la mélodie du bonheur. Le seul qui ne rentrait pas jusqu’au bout dans cette comédie, et qui a osé par exemple partir du groupe de parole (insupportable) dans lequel on l’enfermait (parce que l’expressivité narcissique y était la règle : « L’important c’est que ça sorte. Livre-nous ton ressenti. Il faut communiquer. Il faut t’exprimer. On va prendre rendez-vous chez le psy. Etc. »), c’était Mathis. Même si ce dernier a fini quand même par tenir un discours corporate pro-PMA et GPA, et donc par se conformer à la pensée unique du reportage.

4 – TRISTESSE :

À mon sens, ce qui caractérisait tous les 7 témoins de ce documentaire, c’est qu’ils avaient tous l’air triste. Même quand ils riaient ou surjouaient le bonheur parfait et la bonne humeur, leur joie se traduisait par une agressivité, un cynisme. Quand je les ai vus, j’ai vraiment identifié dans leur regard une profonde tristesse. D’ailleurs, le mot « triste » ou « tristesse » est revenu une dizaine de fois. Je pense que c’est l’expression la plus récurrente du reportage, même si c’est complètement involontaire de la part de la réalisatrice et de la présentatrice, puisque leur but affiché était justement de gommer toute tristesse : Marina Carrère d’Encausse, la présentatrice du Monde en Face, a failli me faire éclater de rire quand elle a sorti au sujet de Lucie (la gamine qui, aux côtés du jeune Kolia et de Mathis, avait l’air la plus traumatisée de toute la brochette de témoins), après l’émission, que « c’est une petite fille qu’on sent très joyeuse »…

En fait, l’impression globale qui ressortait de toutes ces situations familiales amputées, c’était la tristesse. Encore plus forte du fait qu’elle n’était visiblement pas identifiée par les protagonistes du film. Et cette tristesse est le reflet d’une censure. Paradoxal pour un film qui prétend traiter de la PMA et de la GPA sans filtre… On voyait que la PMA et la GPA sont même LES sujets tabous à l’intérieur des « familles » témoignantes. Par exemple, la jeune Jade a affirmé qu’elle préférait ne pas poser de question à sa mère adoptive sur sa GPA « parce que ça la rendait triste » et que « elle aussi ça la rendait triste ».

Quant à la petite Lucie, elle sent que la tristesse de sa mère célibataire la contamine : « Ma mère, elle sait que pour moi c’est pas facile de vivre sans père, que ça peut me rendre quand même un peu triste. Elle essaie de ne pas me hurler dessus comme un papa. » Et quand son entourage scolaire et amical tente de dédramatiser ou de rigoler de son statut d’enfant bâtarde, Lucie affirme : « Ils ne comprenaient pas pourquoi ça ne me faisait pas rire. »

J’ai trouvé que dans le documentaire, le gamin dont la tristesse était au bord de l’implosion, c’était Mathis. Et on peut largement le comprendre ! Il a appris quasiment à l’âge adulte que son père adoptif n’était pas son vrai père (ses parents mi-adoptifs mi-biologiques lui ont caché la réalité pendant des années) et que son père biologique est un donateur anonyme qui a disparu dans la nature. Il y a de quoi péter un câble ! (tout comme pour les enfants abandonnés ou nés sous X). Face caméra, la mère biologique de Mathis a essayé de camoufler/tempérer la violence du drame existentiel et généalogique dont elle a été complice : « C’est compliqué pour lui… » Mais oui : Mathis – et finalement tous les gamins du reportage applaudis par leurs « parents » pour être maintenus dans le silence et la reconnaissance – ont largement de quoi traîner leurs parents adoptifs en procès (pour abandon, parricide, mensonge, trafic de mère ou de père, corruption, manipulation génétique, eugénisme, et j’en passe…) s’ils en avaient le courage, la maturité et la conscience !

5 – IGNORANCE ou DÉSINTÉRÊT :

Ça m’a marqué. Les jeunes témoins, censés savoir pour quel sujet ils étaient filmés, et aussi censés s’être un peu intéressés à la manière artificielle et tordue par laquelle ils sont venus au Monde, avaient l’air complètement largués. « Je suis née… comment on dit déjà ? Je suis née en GPA, c’est ça ? » (Jade, 13 ans) ; « J’ai oublié comment ça s’appelait… Ah oui ! Des spermatozoïdes ! C’est pas trop tôt ! » (Lucie, 9 ans). Sur le coup, ça les fait rire, cette ignorance… ça fait « mots d’enfants » accidentels… mais en réalité, les enfants en question riaient jaune. Et plus ils vont grandir, plus elle va les angoisser puis les révolter (on le constate déjà rien qu’en observant Lucie – qui pose à sa mère la question fatidique « Pourquoi mon père ne veut pas me voir ? », ou encore chez Mathis, très perturbé par son patrimoine génétique).

6 – MÉPRIS DES ADULTES ET DES PÈRES:

Ce qui ressortait de ce reportage, c’était le mépris des adultes, et plus globalement des parents biologiques et du mariage. Le meilleur exemple, c’était l’attitude dédaigneuse de la jeune Lou-Ann (11 ans), qui regardait à la fois les adultes de haut (en jouant d’ironie, de cynisme blasé, de militantisme gay friendly, comme si les adultes étaient des immatures qui n’avaient rien compris à la vie) et comme des semblables. Dans ce documentaire, les grands-parents sentimentaux étaient mis sur un pied d’égalité voire surélevés par rapport aux grands-parents de sang : « Je les considère comme mes grands-parents » dit Tom par rapport à un vieux couple d’amis de sa mère. Dans ce documentaire, il arrivait même que les adultes se méprisent eux-mêmes. Par exemple, lorsque Lucie a demandé à ses grands-parents pourquoi sa mère l’a conçue toute seule sans père, ils lui ont répondu : « Ta mère ne voulait sans doute pas s’encombrer de quelqu’un dans la vie. Parce qu’on lui a donné un mauvais exemple… Tu sais, des fois, c’est difficile quand on rencontre quelqu’un. »

Dans ce documentaire, on nous a présenté les gamins comme plus « experts » et plus objectifs que leurs « parents », que les adultes, et même que les spécialistes de l’enfance (ces derniers, pour le coup, n’ont pas eu voix au chapitre et ont été encore moins consultés que les enfants) : « Les enfants parlent beaucoup mieux que les adultes » a conclu, dans l’après-émission, le démagogique et faux scientifique Serge Héfez, seul « expert » invité.

En plus du mépris des adultes, se dégageait de ce documentaire jeuniste et gynocentré, une misandrie (haine des hommes et des pères) très marquée. C’était particulièrement visible dans le cas des enfants élevés par des « couples » lesbiens ou par des mères célibataires qui ont « fait un bébé toutes seules » (comme avec Lucie et sa mère Ève). À entendre la petite Lucie, la haine des hommes maternelle a bien été transmise : la gamine voyait les hommes et les pères comme des tueurs (elle a dit à un moment qu’elle était bien contente de « ne pas avoir de père » qui « la réveille le matin » et qui lui ferait « risquer sa vie »), comme des fainéants « qui ne font rien à la maison », comme des brutes « qui hurlent sur les enfants » (je cite), comme des tarés (« Je veux bien avoir des enfants mais je pense que j’aurai pas de mari. Je trouve que les garçons, c’est un peu toc-toc. »). Juste à un moment, le petit Sacha a avoué qu’il étouffait à cause du matriarcat parricide dans lequel il était élevé (« Y’a plein de femmes autour de moi, donc au bout d’un moment j’en ai marre ! »)… mais ça a été présenté comme une bonne boutade pas sérieuse.

7 – OBSESSION DE L’UNIFORMITÉ (Je suis comme les autres) :

Même s’ils ont étrillé le concept de « normalité » et d’« anormalité », ça se sentait que les jeunes témoins y étaient pieds et poings liés puisque l’un des leitmotiv du reportage était la phrase « Je ne suis pas différent. Je suis comme les autres ». Comme si la différence qu’ils expérimentent concrètement était un mal ou devait être absolument niée : « J’ai pas l’impression d’être différent des autres. » (Kolia) ; « Tous ces enfants vont bien. Ce sont des enfants comme les autres. » (le psychologue de comptoir Serge Héfez). Ah bon ? Vous êtes sûrs ?

8 – MENSONGE :

On dit parfois (à tort) que la Vérité sort de la bouche des enfants. Eh bien pas des enfants de ce reportage, en tout cas ! Ils ont passé leur temps à mentir, pour se conformer aux désirs/ordres tacites de leurs apprentis-sorciers de « parents ». Le plus gros mensonge qu’ils ont quasiment tous énoncé, en plus de dire que leur situation était anodine et géniale à la fois, ça a été de démultiplier leurs parents (alors qu’on n’a tous concrètement que deux parents biologiques : le reste sont des éducateurs, pas des géniteurs) : « Concrètement, j’ai 3 parents. » (Lou-Ann) ; « J’ai pas de papa. » (Lucie) ; « J’ai 3 parents. » (Tom) ; etc.

Les jeunes témoins de ce documentaire étaient capables de sortir une idée puis son exact contraire. Par exemple, Lou-Ann a révélé qu’elle était ballotée entre « 3 éducations différentes » (pire qu’une enfant de parents divorcés : c’est 1 week-end sur 2 entre sa mère sociale et son père-géniteur, et le reste de la semaine chez sa mère biologique…) mais ça ne l’a empêché pas de présenter sa situation de pigeon voyageur comme hyper simple, avec une désinvolture bobo qui n’était pas de son âge : « Pour s’organiser, c’est assez simple. » résume-t-elle, avec son air d’intellectuelle fatiguée. Et pour ce qui est de Kolia (8 ans), il a déclaré que la vie de sa mère porteuse l’indifférait… mais un peu plus tard, on l’entendait quand même dans un bac à sable demander à son ami Enguerrand « lequel, entre sa mère ou son père, était le plus gentil ». Il est donc travaillé intérieurement par son envie de savoir ce que c’est que l’amour maternel dont il a été privé.

Autre grand mensonge du reportage : Tom (20 ans) disait à la fois qu’il a été dès le départ « très fier d’être fils d’homosexuelles » mais en même temps qu’il « a très mal vécu qu’on insulte ses parents homos ». Il faut savoir… Plus tard, il a affirmé avoir très mal vécu les Manifs Pour Tous dans lesquelles « on traitait les enfants issus de PMA/GPA d’ ‘attardés’, de ‘monstres’ ». Où a-t-il entendu ça ? Même moi, en ayant assisté à plusieurs Manifs Pour Tous malheureusement, je n’ai jamais lu ni vu ni entendu de telles insultes. Ça sent de la part du jeune homme le mensonge victimisant et la diffamation à plein nez. Nouveau mensonge gros comme une maison dans le documentaire : le père adoptif de Mathis, qui s’est fait pendant des années passer pour le père biologique du jeune homme, en lui cachant qu’il a été conçu par un donneur anonyme dont ils ne retrouveront jamais la trace, a eu le culot de sortir à son fils : « Tu sais d’où tu viens. Tu connais ta famille. » Le mensonge sincère par excellence. La manipulation mentale dans toute sa splendeur ! Par ailleurs, tout le film portait sur « le regard des autres », jugé seul responsable du mal-être des personnes interviewées (c’était même le titre de « l’Acte II » du documentaire)… et pourtant, un peu plus tard, les témoins se félicitaient de ne pas lui accorder d’importance : « Peu importe le regard des autres ! » (Tom). Encore un message contradictoire du reportage.

Ceci dit, le plus énorme mensonge – ou plutôt ici non-dit – de ce documentaire, ça reste que l’Amour entre le père et la mère biologiques de tout être humain n’a jamais été abordé… alors que c’est la clé de tous les problèmes illustrés sans jamais être dénoncés ni résolus.

9 – CONSTAT D’ÉCHEC DU « COUPLE » HOMOSEXUEL :

Même si ce documentaire se voulait une preuve de la force et de la beauté des « couples » homos – à travers le faire-valoir qu’est l’enfant obtenu par PMA ou GPA -, d’un point de vue concret, quasiment tous les unions homosexuelles ayant conçu de manière artificielle leur enfant ne sont plus ensemble au moment où « leur » enfant témoignage : c’est le cas des « mères » de Lou-Ann, de Tom. Seuls les « parents » homos de Sacha puis de Kolia sont encore ensemble…

10 – GNOSTICISME :

L’un des piliers de la Franc-Maçonnerie et de la Nouvelle Religion Mondiale, c’est l’actionnisme mêlée à la gnose, c’est-à-dire au culte de la connaissance (En gros, l’Antéchrist luciférien entend remplacer l’Amour par l’intelligence). Eh bien tous les gamins du reportage obéissaient à ce gnosticisme, puisque d’une part ils parlaient beaucoup du savoir (exemple : Jade a utilisé l’expression « femmes qui ne savent pas avoir des enfants » ; Lou-Ann, du haut de ses 11 ans, jouait la grande philosophe, faisait son intéressante) et que d’autre part ils considéraient qu’une réalité n’était pas triste ou était juste à partir du moment où elle était connue d’eux intellectuellement (le fameux raisonnement faussé du « Je sais d’où je viens et qui sont mes parents biologiques donc tout va bien » ou bien du « J’irai mieux quand je saurai tout de mes origines ») : « Ça ne ne manque pas d’avoir de papa puisque j’en ai pas. Comment je pourrais savoir ce que ça fait ? » (Sacha, 9 ans) ; « Tu sais d’où tu viens. Tu connais ta famille. » (le père adoptif de Mathis s’adressant à son fils) ; etc. Le bonheur ou le malheur sont réduits au savoir, à la connaissance, à l’intelligence, et non au coeur, à l’invisible, à l’Amour incarné entre les deux parents biologiques. Des vrais gnostiques en culottes courtes !

Gerson Gonzales, le BAGARREUR (Portrait du témoin péruvien du documentaire « Folles de Dieu »)


 

Si je devais définir en un adjectif Gerson Gonzales, le témoin péruvien de notre documentaire « Les Folles de Dieu », je dirais que c’est le BAGARREUR du groupe.
 

En effet, il est de ces téméraires qui aiment bien les duels, la castagne (mais en mode pacifique puisqu’il n’est pas un querelleur cherchant les embrouilles), qui se portent volontaires pour la baston collective, qui vont au front et s’engagent, qui mouillent leur chemise « s’il le faut » et surtout « si Dieu le veut ». Ce trait de caractère frondeur peut d’ailleurs lui attirer quelques critiques, attiser les jalousies des autres, lui donne parfois un petit côté asocial, cavalier solitaire à qui les flipettes de l’équipe de foot reprocheront de « se la jouer trop perso et de ne pas passer assez le ballon »… même si, il faut bien le reconnaître, c’est finalement lui qui dribble le mieux, qui fait le travail le plus propre, pro et abouti, c’est lui au final qui marque les buts, en gros c’est lui le meilleur buteur, celui qui mériterait le Ballon d’Or. Un vrai bulldozer du Christ ! Une Machine de guerre !
 

S’il avait l’argent, il se lancerait en politique (et le pire c’est que ça marcherait pour lui, le salaud !^^). S’il était dans les ordres, il serait évêque ou cardinal (et te guiderait le troupeau d’une main de fer !). S’il était l’un des 12 disciples du Christ, il serait saint Pierre. S’il intégrait une équipe de foot, il serait attaquant (… et à mon avis, il a loupé symboliquement parlant une vocation de rugbyman ou de boxeur ou de tireur à l’arc !). S’il était sur une cour de récré d’adultes (car enfant, il faisait profil bas et observait en silence), il serait chef de gang. Sans être du tout dirigiste ni autoritaire ni violent ni impulsif (car il est maître de lui-même, n’est pas du genre à s’imposer, et c’est un amoureux de la Paix et de la Justice de Dieu : Gerson est la douceur incarnée), il a néanmoins un caractère imprévisible, leader, entreprenant, conquérant, ardent, courageux et impétueux, très joueur mais en mode plutôt « guerrier/martyr tout donné qui n’a peur de rien… et ça ne rigole pas! ». Ce batailleur va-t-en-guerre et jusque-boutiste peut partir au quart de tour, sortir de la mêlée sans crier gare, ou taper un sprint gagnant à la surprise générale. Pourtant très raisonné, la tête brûlée indigène peut avoir ses accès d’héroïsme stupéfiants, ses « passages à l’action » spectaculaires (dignes des films nord-américains) pas toujours raisonnables (même si les risques encourus sont mesurés, calculés). Gerson n’est pas un ami du confort ni un partisan du moindre effort. Le moins qu’on puisse dire, c’est qu’il a le sang chaud (sans doute le sang de ses ancêtres incas…) !
 

Dans la vie, il est très entier (ce qui ne l’empêche pas d’avoir ses contradictions et ses lieux de relâchement). Même s’il est réfléchi, il ne se posera pas 36 000 questions : il se lancera dans les aventures qui lui semblent justes, quitte à se tromper bien comme il faut ou à se brûler les ailes (au moins, il aura essayé et tout donné !), quitte à se prendre des coups et en donner… et reviendra avec plein de bleus et la gueule ensanglantée chez lui pour se faire éponger « une fois de plus » par sa mère affolée devant « son incorrigible blessé de guerre ». Mais lui il s’en fout : il y sera allé ! Il aura fait « son devoir de catholique » ! Il aura fait le taf ! Et il reconnaîtra humblement ses erreurs ou ses coups de sang.
 

C’est pour ça que c’est le camarade de tranchée ou de front idéal. Un bras droit parfait, un « compagnon de Mission » de compétition, une épaule solide. Et dire qu’il était à 2 doigts de ne pas venir au tournage et de décliner mon invitation !^^ Heureusement que « le Bagarreur » résiste peu aux défis qu’on lui lance ! ^^ C’est vrai : il ne sait pas dire non aux « J’parie que t’es pas cap’… ». Et une fois qu’il s’engage, il le fait jusqu’au bout. Droit, intègre, précis (chirurgical, même !), consciencieux, soigneux, apprenant et comprenant super vite les choses. C’est en apparence le moins homosexuel du groupe… même s’il se fait parfois rattraper par son romantisme, sa paresse chronique (haha) et la faiblesse de sa chair. C’est le bagarreur au grand coeur, quoi. Passionné et passionnant. C’est Gerson Gonzales. Fils de Dieu. Venu tout droit du Pérou.
 
 
 

11 mai 2020 : Nuit parisienne historique… qui passera inaperçue

Nous sommes le lundi 11 mai 2020. Minuit. Heure officielle du déconfinement en France. Je tenais, après 2 mois vraiment enfermé dans mon appartement du Jardin des Plantes (j’ai dû sortir en tout et pour tout 2 fois seulement pour faire mes courses : si si), à sortir pour revoir « ma » ville chérie du haut du Sacré-Cœur de Montmartre. Je savais que c’était le seul moment pour voir Paris dans cet état-là, comme probablement je ne la reverrai plus jamais, et aussi comme les Parisiens ne la connaîtront jamais, y compris ceux qui ont pu la contempler pendant le confinement. Car c’était la dernière nuit du confinement et la seule nuit du déconfinement qui restera vierge. Comme lorsqu’il a neigé depuis suffisamment de temps en pleine ville pour que la neige tienne, et que personne n’a encore foulé et sali le tapis blanc. Les jours et les nuits suivants, ce temps suspendu et vierge sera introuvable.
 

C’est pourquoi, bizarrement, je me suis mis sur mon 31. Je me suis fait tout beau pour connaître cette nuit-là, ce moment historique : je me suis rasé de près, j’ai pris une douche. Pour personne, si ce n’est pour Paris. Et à minuit moins cinq, je suis sorti.
 

Je crois que la nuit et la météo pluvieuse ont aidé à rendre le tableau encore plus lunaire et unique. Car elles ont découragé les gens de sortir. Il n’y avait quasiment personne dans les rues. S’il avait fait beau, peut-être que le déconfinement aurait donné lieu à quelques sorties nocturnes, à quelques coups de klaxon dans les rues, à des scènes de liesse pour singer une « libération ». Mais là, non. Le temps a éteint la potentielle euphorie du passage entre fermeture et ouverture. Ça attendra demain.
 

Alors avant de vous décrire ce que j’ai vu, la bonne nouvelle, déjà, c’est que j’ai pu remarcher ! Moi qui adore marcher, j’avais peur qu’après 2 mois sans bouger, je perde le rythme et que mon corps ne suive pas. Eh bien j’ai fait à pied les 16 km aller-retour sans souci.
 

Après, en marchant, comme pour capter l’instant tel un appareil photographique, je me suis prêté à un exercice d’observation proche du « jeu des 7 différences », en tentant de détecter ce que je trouvais changé dans le paysage urbain depuis que je l’avais quitté. Et croyez-moi, j’ai une assez bonne connaissance de la marche dans Paris, notamment la nuit.
 

Et pour profiter pleinement de ce spectacle unique, alors même qu’il pleuvait et que j’avais pris mon gros casque au cas où, j’ai préféré ne pas ouvrir mon parapluie, pour ne pas réduire mon champ de vision, et je n’ai finalement pas écouté de musique dans mon casque, pareil, pour être pleinement disponible et ne pas gâcher le moment.
 

Et voici les « grands » changements que j’ai vus :
 

TRANSPORTS – Quasiment pas de voitures qui circulent (les seuls grands axes où j’ai dû regarder à gauche puis à droite pour traverser, ce sont l’avenue de Rivoli et les Grands Boulevards… et encore… ça ne roulait pas des masses là non plus). C’était la première fois que je voyais une ville où les feux tricolores ne servaient plus à rien et où le piéton pouvait déambuler librement dans les rues sans risque de se faire écraser. Les seuls véhicules qui circulaient étaient des bus vides et roulant plus vite que d’habitude car ils étaient seuls. L’autre fait étrange, c’était qu’il y avait très peu de taxis (alors qu’en temps normal, on ne voit que ça à Paris !). Pour continuer avec la description des transports, trois autres détails inhabituels m’ont étonné : on n’entendait plus aucune sirène de police ou de pompiers ; dans les rues de Paris, il y avait plein de places de parking vides (alors que d’habitude c’est blindé, surtout dans les petites rues où les pare-chocs se frôlent) ; et enfin, les trottinettes électriques abandonnées sauvagement sur les trottoirs (leur cimetière) avaient tout simplement disparu ! Volatilisées !
 

 

RUES – À ce propos, ce qui m’a marqué, c’était la propreté des trottoirs. Pas une feuille d’arbre qui traînait, pas de crottes de chien, pas de déchets (les seuls rares détritus que j’ai vus, c’étaient des cannettes de bière : normal, vu que le confinement était la « Fête du Boboïsme »…). Les poubelles de rue étaient quasiment toutes vides (du moins côté Rive gauche ; ça débordait parfois plus je montais vers le Nord). J’ai trouvé les trottoirs tellement nickels, brillants, propres et virginaux que j’aurais dit des patinoires ou des miroirs. Et je pense que c’était la seule et dernière « première fois » qu’il m’était possible d’observer ça à Paris ! J’ai également remarqué que dans les endroits (arcades, ruelles coupe-gorge, ponts, etc.) où normalement ça sent la pisse, eh bien ça ne sentait plus la pisse. L’autre détail qui m’a marqué – peut-être le plus important car c’est un changement qui concerne l’accroissement de la surveillance et l’invasion du dieu luciférien électrique –, c’est qu’il y avait plus de lampadaires, et même des nouveaux lampadaires superposés aux anciens. Alors soit je psychote et je ne les avais pas vus avant, soit effectivement nous sommes davantage éclairés et même filmés. Et « ils » (les illuminatis du Gouvernement Mondial) ont profité de notre enfermement pour installer des nouveaux éclairages. Ceci dit, du haut du Sacré-Cœur, c’était la première fois que je voyais une ville de Paris aussi éteinte et obscure. C’est donc les petits éclairages qui ont proliféré, je crois, tandis que les grands éclairages (ceux des monuments et des bâtiments imposants) ont baissé. À vérifier. Je ne fais que soulever une hypothèse.
 

 

HABITANTS – En me promenant dans Paris pendant cette nuit si spéciale – je ne dirais pas « post-apocalyptique » car on n’en est pas encore là et le terme serait trop fort –, j’ai quand même eu l’impression de marcher dans une ville-fantôme. Une ville comme dans les westerns (D’ailleurs, je me suis surpris à penser au « Nouveau Western » chanté par MC Solaar ; et j’ai même croisé tout près du Théâtre du Châtelet un homme habillé avec un chapeau de cow-boy et un long manteau en mode Jesse James). Car en temps normal, Paris, même la nuit, c’est vivant. C’était la première fois – et je pense que ce sera la seule fois de ma vie – que j’ai eu l’impression que Paris était une ville morte. D’ailleurs, j’entendais le moindre bruit beaucoup plus que d’habitude : le vent faisant claquer les portes, les bouches d’aération faisaient un boucan d’enfer, les poubelles étaient battues par les rafales de vent. Comme les humains se taisaient, c’étaient les objets qui se réveillaient (tout faisait du bruit, tout grinçait, tout claquait), ou bien la Nature et les animaux qui s’animaient (le bruissement du vent dans les arbres, la course des rats sur les places des Halles, etc. ; j’ai même vu un canard colvert de près qui marchait tranquillos le long d’un muret donnant sur les quais de Seine !). L’impression de ville-fantôme de western spaghetti était rehaussée par la désertion humaine des rues. La population parisienne observable cette nuit-là était quasi invisible : pas de touristes, beaucoup moins de mendiants et de clochards dormant ou marchant dans les rues, pas de prostitué(e)s, extrêmement peu de passants, pas de cris dans les rues ni de mecs bourrés, pas de bandes d’amis ni de couples, aucun enfant évidemment et – plus surprenant – aucune musique dans les rues ni de fêtes dans les appartements. Un véritable no man’s land. Quand je croisais des personnes, je voyais bien que de part et d’autre nous avions peur de marcher à trop proche distance. Les passants avaient peur les uns des autres. Je n’avais jamais vu une telle méfiance à Paris. Et paradoxalement, je crois que c’était la nuit parisienne la plus « secure » que j’ai jamais connue. L’ambiance ce soir-là était certes bizarre, troublante même, mais paradoxalement pas effrayante. Pourtant, je me disais en moi-même que si je me faisais attaquer par quelqu’un, je ne pourrais jamais me réfugier dans un restau ou un bar d’ouvert (puisqu’ils étaient tous fermés) et que je ne serais secouru par aucun passant (puisque je marchais seul et qu’il n’y avait pas âme qui vive dans mon champ de vision). Mais je pense malgré ça que c’était la nuit parisienne la plus sûre parce que les délinquants ou les mendiants étaient gentils et semblaient sobres (deux clodos m’ont gentiment demandé si j’avais des cigarettes : au final, les marginaux ont, je pense, été stérilisés et castrés par la crise sanitaire), les groupes de jeunes « blacks » de Montmartre écoutaient de la musique mais n’étaient « pas plus de 10 » pour respecter les règles de sécurité. Même les voitures de flics qui faisaient des rondes me fuyaient quand elles me voyaient (c’est arrivé au moins 3 fois pendant ma promenade ! Et sur le parvis de l’église Saint-Eustache, il y en a même une qui a carrément fait demi-tour devant moi !… genre ce soir-là, exceptionnellement, « c’est vous le bandit que tout le monde craint ». Le Nouveau Western, je vous disais…).
 

 

TEMPS – Le seul endroit dans Paris où il y avait de la vie, et où finalement l’espace-temps semblait réel et obéir au présent, c’était en hauteur : à Montmartre et sur le parvis du Sacré-Cœur. Là se trouvaient quelques rares groupes qui osaient parler, rigoler fort et écouter de la musique. Même les bandes de racailles « wesh wesh » réunies avaient l’air bon enfant. Car pour le reste des lieux parisiens, le temps semblait s’être arrêté à début mars. Y compris sur les colonnes Morris et les panneaux publicitaires qui pourtant sont connus pour devancer tous les événements et nous annoncer l’avenir, les affiches étaient chiffonnées (limite jaunies par la lune et le soleil) et n’ont jamais été retirées. Le futur placardé était périmé. Et devant les bureaux de vote des élections municipales, les affiches des candidats de début mars trônaient encore… et a fortiori sans graffitis moqueurs ou insultants ! C’étaient du « vieux neuf ». Soit le temps semblait figé (par exemple, les travaux urbains que j’avais vus avant la crise du Covid-19 stagnaient, ne paraissaient pas avoir bougé), soit le futur ressemblait au passé. J’avais l’impression de visiter un monde futuriste périmé ! Très étrange ! Enfin, pour terminer ma description de cette soirée historique dont personne ne parlera publiquement, je voulais mentionner un écriteau qui m’a intrigué. En passant devant une cordonnerie rue Rochechouart, j’ai vu ce petit papier scotché où était marqué à la main « FERMETURE OBLIGATOIRE JUSQU’À NOUVEL ORDRE ». J’ai pensé ironiquement, dans la foulée de mes délires eschatologiques : « Tiens, il manque un mot final. C’est l’adjectif ‘MONDIAL’… »
 

 

 
 
 

D’ailleurs, c’est drôle, cette « mystérieuse » odeur de soufre dont certains parlent hier soir hier soir à Paris. Spontanément, je pense à une raison surnaturelle (diabolique). Mais moi, en tout cas, je ne l’ai pas sentie.

La messe, une question de « survie » ? de « manque » ? Vraiment ??


 

On entend en ce moment pas mal de prêtres nous marteler que leur assemblée dominicale leur manque et que la messe « nous manque ». En fait, je crois qu’ils sont tout d’un coup envahis d’un petit vent de panique et de doute de ne pas réussir à faire revenir toutes leurs brebis au bercail après le tsunami inédit du confinement.
 

Vous voulez que je vous dise la vérité ? La messe ne manque à personne. Simplement, elle constitue un manque (nuance) ! Un manque objectif qui n’est ressenti par quasiment aucun croyant. Le « manque de la messe » est un mythe créé de toutes pièces par les pharisiens consommateurs de sacrements et par les prêtres soucieux de faire tourner boutique. Un mythe au même titre que les qualificatifs de « vital » et d’« indispensable » qui lui sont attribués.
 

Par sa gratuité, son respect, sa discrétion et son éternité, la messe sort du cadre de l’obligation, de l’urgence et de la fatalité. Désolé de vous le dire, mais elle n’est ni une question de survie ni de vie (Contrairement à ce que pensent ceux qui font une lecture littérale de la parole de l’évangile selon saint Jean « Celui qui mange ce pain vivra éternellement », il y a des personnes qui iront au Paradis sans jamais avoir ingéré l’Eucharistie). De même, on survit sans la messe et on vit même très bien sans la messe (Les amateurs de la grâce mat’ du dimanche matin vous le confirmeront !). On aime aussi sans la messe, et on n’a pas besoin d’aller à la messe tous les dimanches pour aimer son prochain.
 

Ceci est dû à l’inutilité apparente de Dieu. L’inutilité apparente de la messe. L’inefficacité apparente des sacrements et des prières. Alors pourquoi nier cette apparence et faire comme si elle n’existait pas ?
 

En inventant un mensonge (celui de feindre que la privation de l’Eucharistie nous aurait « coûté », que la messe nous serait indispensable… alors que c’est faux : en plus, Jésus apparaît sous diverses espèces) et en surjouant une urgence ou un manque ou une nécessité qu’ils ne ressentent pas, on risque de perdre encore plus les quelques pratiquants réguliers qui restent.
 

Le slogan idéal, ce serait plutôt : « Revenez à la messe, justement parce qu’en apparence vous pourriez – ou vous auriez envie de – vous en passer (vu que cette période de confinement a prouvé concrètement que vous pouviez largement vous en passer et que cette privation vous ne l’avez pas mal ou si mal vécue) ! »
 

La messe n’est pas de l’ordre – sauf exceptions très rares – du ressenti et du sentiment, du résultat immédiat, mais de l’ordre de l’invisible, d’une efficacité discrète, puissante et apparemment absente ou nulle. Les personnes âgées en maison de retraite ne pouvant plus se déplacer pour se rendre dans une église en savent quelque chose ! Par conséquent, il n’y a pas lieu de singer une souffrance ni de simuler que la messe nous « manquerait ». Non. Ça, c’est de la comédie de pharisiens nostalgiques qui veulent passer pour des martyrs et des grands dévots.
 

Soyons honnêtes : la messe ne nous « manque pas ». Ou, dans le meilleur des cas, pas tant que ça. Mais ce n’est pas une raison pour ne pas y aller/retourner. Il faut y aller en reconnaissant humblement notre « manque de manque », notre manque d’envie d’y aller (Sinon, ce manque d’envie va vraiment finir par nous emporter plus vite qu’on ne le croit !). Il faut y aller en reconnaissant la sécheresse objective de la messe, sa pauvreté, sa discrétion, son apparente inefficacité et inutilité dans notre vie… et donc s’y rendre uniquement par amitié désintéressée et par solidarité avec Jésus caché. Juste pour être symboliquement présent.
 

Alors chers amis prêtres, si vous nous invitez à un rendez-vous « vitaaal et indispensaaable », donc au nom d’un manque de principe, ou « parce que c’est important » (argument-bidon de la pourtant très belle homélie de Don Grégoire-Marie du 3 mai 2020), vous risquez de nous perdre et de voir fondre vos assemblées comme neige au soleil. Je préfère prévenir. L’effet pervers de la crise sanitaire – à savoir la désaffection ou la désertion des églises – ne se fera pas attendre longtemps ! En revanche, si vous nous dites « Revenez à la messe parce que c’est apparemment nul et pas indispensable… mais que malgré ça, il y a Jésus. Revenez juste pour être là auprès de Lui au pied de sa Croix, gratuitement, par amitié, et parce que vous pourriez très bien ne pas être là [et comme on vous comprend ! C’est souvent chiant, les messes qu’on célèbre !] », nous aurons un petit peu plus envie de vous croire (car ça correspondra au ressenti profond d’un grand nombre de cathos, en réalité). Et nous aurons un petit peu plus envie de revenir.
 

Au final, pourquoi retourner à la messe ? Fondamentalement pour rien et pour aucune raison. Si. Peut-être pour « perdre son temps » avec Jésus. La seule « raison » qui n’en est pas une puisque c’est une personne, c’est Lui.
 

On vient à la messe pour rien. Pour Lui.
 
 
 

Allô les couples en sursis et au bord de l’explosion pendant le confinement ? Docteur Ariño a deux messages pour vous !

Fernand Khnopff


 

J’aurais dû être conseiller conjugal vu le nombre de couples homme/femme (parfois mariés, avec ou sans enfants) que je téléconseille, console, en ce moment, et à qui je remonte le moral pendant ce temps de confinement ! haha. Qui l’eût cru ? Moi, le célibataire qui n’a jamais vraiment été en couple et qui n’a pas d’enfants, et homo de surcroît ! Mais quand je peux aider les amis, je le fais volontiers. D’ailleurs, bien souvent, le vrai problème des couples aujourd’hui n’est pas conjugal, contrairement à l’idée reçue. Il est amical. Et les amis – en particulier célibataires – sont souvent LA solution à tant de couples en danger. J’ai remarqué que les couples pètent parce qu’ils négligent ET les amis ET Dieu. Ils souffrent la plupart du temps de carence amicale (et, ce qui est lié à celle-ci, de carence de Foi). Je ne connais à ce jour pas d’exception à cette règle.
 

Entre parenthèses, dans ces couples au bord de l’explosion/implosion qui me contactent, en général, ce sont les femmes qui m’appellent à l’aide pour tirer la sonnette d’alarme. Les maris, eux, préfèrent s’enfoncer dans leur carapace d’incommunication et le défaitisme du guerrier qui ne veut plus se battre, qui jette l’éponge du mariage, trop déçus de voir que leur peur de la rupture a contaminé leur épouse/leur compagne.
 

Si vous vous reconnaissez dans le profil catastrophique et paniquant de couple que je vous dresse là (à savoir « le couple au bord du divorce en temps de confinement »), j’aimerais vous partager 2 observations qui peuvent vous être d’une précieuse aide, et même bouleverser une situation qui vous apparaît comme bouchée, insoluble et irréversible. Car il s’agit de 2 vérités simples et évidentes qui pourtant semblent avoir été complètement oubliées par la plupart des couples actuels, souvent nourris et empoisonnés aux comédies romantiques, et plus du tout habitués à associer bonheur et adversité, ou joie et Croix :
 

1 – Première vérité conjugale oubliée : LE COUPLE, C’EST PAS DUR QUE POUR VOTRE COUPLE. C’EST DUR POUR TOUS LES COUPLES ! Je ne rigole même pas en disant ça. Tous les couples homme/femme (même durables et solides, même en apparence parfaits et harmonieux, qui semblent nager dans le bonheur) sont – sans exception pour ce qui est des gens de mon entourage – en sursis, sont au bord du divorce. Je suis très sérieux. Et je peux vous le prouver ! D’ailleurs, pour prendre un exemple très proche, pas plus tard qu’hier, j’ai eu la chance de fêter mes 40 ans avec mes amis qui m’ont organisé un « zoom » (visio-conférence collective en direct). Ils étaient une vingtaine. Après ce temps convivial génial, j’ai eu l’occasion de m’entretenir par téléphone individuellement avec quelques-uns des participants. Certains en ont profité pour me parler de leur vie intime et m’ont confié qu’ils étaient conjugalement au bord du précipice. Et ce qui m’a marqué, c’est qu’ils étaient tous persuadés que leur problème conjugal/amoureux venait uniquement d’eux ou de leur conjoint, donc de LEUR couple, mais également persuadés que tous les autres couples qu’ils avaient vus pendant le « zoom » étaient heureux et sans problèmes majeurs. Alors pour casser cette croyance d’une naïveté incroyable, j’ai pris chacune des épouses éplorées avec qui je me suis entretenu au téléphone par la main, on a fait une brève visite guidée, j’ai passé en revue tous les couples qui étaient présents au « zoom » de mon anniversaire en les mettant à poil. Juste pour rétablir les faits (sans rentrer dans les détails évidemment et sans violer de secrets), tordre le cou à cet aveuglement idéalisant dont était prisonnière mon interlocutrice, casser le mythe de la vitrine conjugale/familiale parfaite qu’affichaient involontairement les couples de mes amis, tout en réaffirmant ma Foi en l’authenticité, la légitimité et l’éternité de ces mêmes « couples ». Ce tour d’horizon avec lunettes déshabillantes, en plus d’être drôle, a le mérite d’être consolant, décomplexant, efficace et super pédagogique ! Oui : votre couple est au bord du divorce. Et alors ? C’est « juste » normal, car c’est ce que vivent chaque jour tous les couples d’Amour vrai !
 

2 – La seconde Vérité oubliée que je voudrais que vous, personnes non-célibataires et « casées », intégriez, c’est que C’EST PAS PARCE QUE C’EST DUR [dans votre couple] QUE C’EST PAS DE L’AMOUR, et qu’avec votre copain/époux vous ne seriez pas faits pour être ensemble. C’est toujours pareil : Les différences, selon comment on les accueille ou au contraire comment on les rejette, sont soit les parfaites raisons de tout arrêter et de rompre, soit les parfaites raisons pour démontrer votre grande complémentarité conjugale et l’évidence de votre Amour. C’est peut-être même parce que c’est dur [dans votre couple] que c’est de l’Amour ! J’ai lu une fois quelque part que l’Amour commençait au pardon : avant, on n’aime pas, puisque ça ne nous coûte rien, on ne fait aucun effort pour rester, on ne jouit que du positif chez l’autre. On commence à vraiment aimer quand on décide d’aimer l’autre alors qu’il n’est plus aimable, alors qu’apparaissent les premières raisons valables de le quitter et de divorcer. Bref : on aime quand on décide librement de supporter notre partenaire, quand la volonté de pardonner, de rester et d’aimer l’autre dans toute sa globalité – grandeurs et noirceurs – est là. Pas avant. Alors effectivement : Il n’y a pas d’Amour véritable sans Croix, sans sacrifice (au-delà bien sûr d’un certain seuil de tolérance à la renonciation à soi, à l’abnégation : dans le cas des abus graves comme les infidélités, les violences physiques, la manipulation mentale et le harcèlement, là, la rupture peut être étudiée). Et si dans votre couple c’est objectivement dur, dites-vous que ce n’est pas anormal. C’est « juste » la réalité du mariage et du couple ! Alors don’t panic. Paix et joie. C’est dur DONC c’est souvent bon signe : c’est que l’Amour est là ! Et si ce n’est pas dur [dans votre couple], je pense au contraire que vous avez du souci à vous faire et que vous pouvez vous dire que vous n’avez rien à faire ensemble.
 

Enfin, je me dis que si certains couples ont du mal à trouver l’ami célibataire ou les amis autour d’eux pour sauver leur couple, il faut qu’ils regardent plus simplement tout près d’eux ^^. Car l’amitié est/devrait être là. Puisque l’ami est sous leurs yeux : c’est le conjoint. Bien souvent, dans les couples en crise, l’amitié a disparu. Peut-être qu’il faut essayer de trouver/retrouver en son partenaire non seulement le conjoint mais aussi l’ami. C’est pas incompatible. Et les rôles sont même cumulables. Le premier ami dans le couple, c’est le conjoint. (Et bien sûr, c’est Jésus.)