¡ Bravo a Gerson Gonzales, nuevamente, por su promesa de celibato, y por hablar tan bien y tan claro ! Me siento muy identificado con (casi jaja) todo lo que dices, y estoy muy orgulloso de ti. Veo que el don de ti mismo hará mucho bien a muchas personas – en particular homosexuales y a sus familiares que te escuchen !
Pueden ver su entrevista entre el minuto 12′ y 21′ por la cadena EWTN. Y gracias por compartirla en sus redes.
Lamento, sin embargo, una « cosita » (que finalmente no es ningún « detalle »^^) en esta entrevista televisiva, y que no puedo callar. Tres enfoques que me parecen falsos :
1 – El enfoque espiritualista (es decir desencarnardo y deshomosexualidado : lo que llamo el « peligro del cristocentrismo »). O sea, la única solución – que se nos presenta a nosotros personas homosexuales – es « ¡¡ Jesús, Jesús y Jesús !! » (… y, dicho de otro modo, « ¡ los sacramentos, los sacramentos, los sacramentos ! de la Santa Iglesia Católica » : enfoque, finalmente protestante-mágico y fariseo). Y me pregunto : « ¿ Cómo este discurso puede llegar al corazón de las personas homosexuales o ateas ? ¿ E incluso católicas corrientes, finalmente ? ». Personalmente, lo dudo. Tampoco es « casual » que de nuestro documental « Las Locas de Dios » – cuyo título súper vergonzosamente homosexual me gusta cada vez más ! ^^ – ni se hable… Como si fuese una vergüenza por esconder… ¡ Todo un símbolo ! ;
2 – El enfoque demonizador. Los periodistas católicos, las muy raras veces que se atreven a hablar de homosexualidad y a darnos el micrófono, se sienten obligados a reducir a la comunidad LGTB a « un lobby-dictadura »… y por mucho que Gerson haya aludido a la amistad entre personas homosexuales, en pantalla de EWTN, solo se muestra y promueve la amistad entre feligreses católicos : « Yo y mi Parroquia querida »… (Los amigos homos = ¡ fuera ! Las locas = ¡ fuera ! Y bien sabemos que las comunidades cristianas estás lejos de ser remansos de Paz y de ternura, incluso « amistosa y casta »…) ;
3 – El enfoque miserabilista, que nos muestra a nosotros personas homosexuales (perdón… « personas con tendencia o atracción hacia el mismo sexo » : así se tiene que decir, según la jerga católicamente correcta. Tácitamente, los periodistas católicos nos prohiben usar la palabra « homosexual » u « homosexualidad », ¡ y menos aún hablar de « pareja », de « Amor » y de « sentimientos » !) como personas minusválidas y « pobrecitas ». Ejemplo : la cadena EWTN, sin transición, ha decidido juntar la entrevista de Gerson con un reportage sobre una persona minusválida, para cerrar la ventana de las « víctimas enfermas y pecadoras dentro de la Iglesia » (… Es verdad que es mucho mejor que promocionar y hablar abiertamente de nuestro documental « Las Locas de Dios »… De éste, sobre todo, ¡¡¡ no se ha de hablar !!! lol). Este cierre desastroso (y aquel amalgama… – ¿ inconsciente ? – entre homosexualidad y enfermedad, o homosexualidad y desgracia) me ha hecho pensar inmediatamente en una de las reflexiones de nuestro testigo colombiano Santiago Mejía Osorio (reflexión muy justa y sútil, que oirán durante la Jornada 6 del documental, dedicada a la dimensión política internacional de la homosexualidad) : en efecto, Santiago ha denunciado el paralelismo comparativo recurrente entre minusvalía y homosexualidad (tomó el ejemplo de los pasos peatonales y de los semáforos urbanos), comprobando que socialmente la segunda ha ido reemplazando a la primera, para ilustrar que el Mundo (y finalmente la gente de Iglesia también) nos defiende y nos ama muy mal (o por las malas razones) al transformarnos en « víctimas que hay que ayudar, acompañar, convertir, y por las cuales hay que rezar », sin imaginar que somos nosotros quienes acompañamos y evangelizamos (¡ Incluso las personas homosexuales ateas, prostitutas, o en « pareja » !).
Entonces, por mucho que me guste el 80% de esta entrevista, me mosquea y fastidia el 20%, y el discurso-lorito del « Soy muy feliz con Jesús ¡ y solo Él basta ! ¡ Apunta la santidad ! » o « ¡ Mi vida es la misa diaria y la Santa Comunión ! » (…cuando, en la realidad cotidiana de una persona homosexual, no es así : hay las atracciones, las tentaciones, los gustos, los encuentros, los sentimientos a veces amorosos, las posibles caídas, los momentos de desierto espiritual, los masivos rechazos dentro de la comunidad eclesial…). Para mí, no es realista ni justo ni bastante alentador. Y eso que valoro y veo los esfuerzos de Gerson por mostrar una cara de alegría, de libertad, de amistad y de humanidad, del celibato homosexual continente. Pero no estoy ciego : el miedo a nosotros PERSONAS HOMOSEXUALES – miedo que se llama concretamente homofobia – y la censura (« Hay que esconderlas, hay que esconder a las locas y a las personas homosexuales comunes que no obedecen a la Iglesia : solo guardamos a las Puras, a las Excepciones de esta horrorosa e indecente comunidad LGBT. ¡ No vamos a promocionar el libertinaje o el activismo LGTB ! ») persisten. Hasta encuentro este falso interés por nosotros insoportable. Ya, en el 2017, cuando me entrevistaron en esa misma cadena de EWTN Perú, ya había sufrido este enfoque victimista e idealizador fariseo (Hasta cortaron la secuencia en la que hablaba de la dimensión política de la homosexualidad, y que pedía a los Peruanos, justo antes de la visita del Papa Francisco a Lima que acababa de avalar las Uniones Civiles públicamente en Roma – ¡ que denunciaran este peligro de las Uniones Civiles ! Pues CENSURA y ENFOQUE miserabilista sobre mi personita « dolida » y « víctima del lobby LGTB ». Gracias… pero de poco interés.) (Y que quede claro : yo nunca trasvestiré el título « Las Locas de Dios » por el título liso « Homosexualidad y Fe » u « Homosexualidad y Verdad » u peor « Homosexualidad y Castidad/Santidad » : no olvidaré jamás a « las amigas » ^^ A nosotros las « locas », no nos esconderán ^^. ¡ Y nuestra Cruz plumada temporal, no nos la quitarán !).